El Sinfín no encuentra el camino sin Tioumentsev y cae ante el Ademar León

Con la alargada sombra de la ausencia de Tioumentsev pesando como una losa sobre el ánimo del Sinfín, Rubén Garabaya apostó por dotar de dinamismo a su ataque con Marc López, Böhm y Marcos Domínguez moviendo la pelota. Una propuesta que generó algunos errores que castigó el equipo marista al galope, una de sus grandes virtudes. Tampoco ayudó la falta de fiabilidad en lanzamientos cómodos ante la figura de un Saeid que ha sido pieza clave en el resurgir que ha tenido la formación blanquilla en las últimas jornadas. Un cúmulo de infortunios que dio pie para que muy pronto el Sínfín se viese doblado en el marcador después de un salto desde la esquina con rosca posterior a cargo de Carlos Álvarez (8-4, min. 10).

Sin duda ese fue el punto de inflexión para marcar el camino de uno y otro conjunto durante una noche que al equipo santanderino se le hizo eterna. Con Santista y Alberto Martín como arietes del ataque estático penalizando los huecos dejados en el eje de la primera línea y Carlos Álvarez convertido en un filo por los costados a la contra, el choque quedó visto para sentencia antes de surcar el ecuador de la primera parte. Ni siquiera los errores en las labores ofensivas de la segunda unidad de la escuadra marista cerca del descanso sirvieron para limar una desventaja que se elevó hasta los ocho tantos (17-9, min. 24). Tampoco la excelente actuación de Gercar entre los tres palos encontró continuidad en un ataque sin ideas ni pólvora. Tampoco fue relevante el buen regreso a la acción protagonizado por los muchachos de Rubén Garabaya con un parcial 0-3 con las dianas de Aguilella y un Marc López incombustible. Y es que el canterano culé fue la única noticia positiva dentro del naufragio del cuadro cántabro y el gran protagonista de una reacción que sirvió para colocarse a cinco tantos de diferencia en algunos compases del duelo, pero sin suponer una amenaza real en ningún caso para el Ademar.

Un grito a la desesperada en mitad de un monólogo con acento leonés en el que Dani Gordo mantuvo la velocidad de crucero a base de fondo de armario. Del resto se encargó Castro dando el criterio y la dirección de la que adoleció el Blendio Sinfín sin su brújula rusa. Sin embargo, si alguien brilló por encima de todos los protagonistas fue Saeid. El veterano meta iraní rozó el cincuenta por ciento de efectividad en sus intervenciones, un dato que habla tanto de su buena labor como del pobre acierto de los hombres de Garabaya en tareas ofensivas.

A falta de suspense, quedó abocado el enfrentamiento a un correcalles con intercambio de goles en el que las defensas dejaron hacer. Un planteamiento diferente con idéntico vencedor porque los artilleros del Ademar no encontraron oposición hasta el punto de conseguir uno de los resultados más abultados de la jornada y que debe servir para abrir un periodo de reflexión en un Sinfín que sigue sin ver la luz al final de un túnel demasiado largo.