El Sinfín termina su confinamiento y vuelve a entrenar hoy en La Albericia

El partido de este fin de semana ante el Benidorm está aplazado, como ya lo fue el del pasado jueves frente al Puerto Sagunto. En consecuencia, en caso de que los resultados sean negativos, el club volverá a la competición frente al Anaitasuna. De tener nuevos positivos, y al margen de las medidas que imponga Salud Pública, pediría un nuevo aplazamiento. Sin embargo el club, empezando por su presidente, Servando Revuelta, es optimista. Todos los jugadores han permanecido asintomáticos durante el aislamiento y se confía en que los resultados resulten negativos.

Una vez cumplido el confinamiento -incluso por un día más de los diez que se tienen como norma-, los jugadores se desplazaron ayer en grupos de tres para someterse al test de antígenos. A la hora de formar los grupos se ha buscado que sean deportistas convivientes -varios jugadores foráneos comparten pisos en Santander- o bien que tengan relación habitual. Todo para llevar a cabo unas pruebas que son un paso imprescindible antes de retomar la actividad.

Dado que el brote nació en un ámbito laboral de uno de los jugadores y que no se produjo contagio en los entrenamientos, el cuerpo técnico, con Víctor Montesinos a la cabeza, no ha estado confinado, como sí ha ocurrido con los jugadores. Ellos son, de hechos, los que se han sometido a la que ya es la segunda -y última- prueba desde que se conoció el último positivo. El lunes 2 de noviembre se conoció el primer caso, para detectar el segundo dos días más tarde, el miércoles 4. Posteriormente, las PCR a las que se sometió a toda la plantilla y al cuerpo técnico confirmaron otros dos positivos más, lo que elevaba a cuatro el número de jugadores infectados.

Revuelta explicaba ya entonces que «los contagios fueron de gente que tiene contacto adicional fuera del vestuario y no solo en el campo o en la pista. Jugando es difícil que se produzcan contagios, es más, las PCR del Bidasoa -el último rival del Liberbank antes de los positivos- resultaron, en su momento, todas negativas».

Ayer se seguía pendiente de la definitiva recuperación de los dos positivos que aun quedan y de las pruebas realizadas a dos jugadores convivientes con uno de los contagiados. De confirmarse la recuperación y el negativo en las PCR, el club podrá recuperar la normalidad. En caso contrario, si arrastra cuatro bajas, solicitará a Asobal otro aplazamiento más para competir en igualdad de condiciones con sus adversarios tras dos semanas sin entrenar.

El covid se ha cebado con el Liberbank en el mes de noviembre, porque a los cuatro positivos hay que añadir que esta segunda ola obligó a suspender la Copa Asobal, que se iba a disputar en el Palacio de los Deportes de Santander. En su condición de anfitrión el Sinfín iba a debutar en esta competición junto a los tres mejores clasificados en la primera vuelta liguera.

Al menos los cántabros no han perdido definitivamente su oportunidad, puesto que la Asobal ya ha anunciado que Santander acogerá la competición el año que viene, pero por el momento los de Montesinos deberán esperar para estrenarse en una competición que ya disputó -y ganó en dos ocasiones- el Teka.