«Es una situación excepcional que no debemos normalizar»

–¿Cómo hizo en cuatro meses para rediseñar al Bathco y expandir de esta forma sus límites?

–Desde un principio siempre hablamos de progresar y mejorar. Esa era nuestra intención, solo que se ha dado de una forma mucho más rápida de lo esperado. Así todo, lo que estamos viviendo es una situación excepcional que no debemos normalizar ni considerar la pauta. No hay que olvidar que estamos por encima de nuestras posibilidades, pero sí es cierto que somos segundos, y que, en el momento que nos colamos ahí, nos hemos agarrado a ello como una recompensa al trabajo realizado.

–Liga Europea, Copa del Rey, un calendario plagado de partidos y lesiones de jugadores importantes... ¿Cómo se superan los baches?

–Buscando soluciones competitivas. Ha sido la única forma de hacer frente a todos los contras que nos han llegado en forma de problemas como la lesión de Marcio Silva, que lo hemos perdido en un momento determinante, muchos partidos o muchos viajes.

–No ha salido nada mal el buscar un remedio sobre la marcha.

–Ha ido todo muy rápido y sin margen de maniobra ni de corrección. La verdad es que el equipo ha competido muy bien en todo momento teniendo en cuenta las bajas y el poco descanso. Queríamos acabar sin perder, solo trabajábamos para solventar el siguiente partido y no mirar más allá. Pensar en lo que venía a la siguiente jornada e ir sacando hacia adelante cada encuentro.

–¿La cantera y la polivalencia de ciertos jugadores son dos de esas soluciones de las que habla?

–Una de las claves del rendimiento es lo rápido que el equipo ha cogido esa versatilidad. Independientemente de quién esté en la pista hay que ser competitivos. Da igual el puesto que ocupen y al que se tengan que adaptar. Es muy importante que los jugadores, entre ellos, estén compenetrados y sepan cuándo y a qué tienen que adaptarse. Hay que valorar el hecho de que somos muy competitivos rotando y eso se hace gracias a la integración entre los componentes del equipo. Todos tienen minutos de juego y, dentro de eso, está el tema de los jóvenes. Cuando se les ha pedido que vayan acumulando responsabilidades, lo han hecho y han dado un paso adelante que permite contar con ellos en cualquier circunstancia. Aquí, todo el mundo es importante y todo el mundo rota.

–Con estos resultados, ¿hay que redefinir los objetivos del Bathco?

–Hay que evolucionar y pulir detalles. Por ejemplo, vamos con un +15 de diferencia de goles y eso hay que trabajarlo porque vamos muy apurados. Ganar los partidos con resultados tan ajustados tiene que resolverse, si no el día que no lleguemos o nos quedemos por el camino, no tendrá el mismo final. Debemos seguir creciendo y esa puede ser una de las claves para la segunda vuelta.

–¿Dan vértigo las expectativas que se pueden crear con los resultados de la primera vuelta?

–Eso puede ser clave para la segunda vuelta: buscar la forma de ser capaces de asimilar y controlar las expectativas, ya que eso nos puede llevar a una presión extra. Además, tenemos que ser conscientes de que los equipos importantes y más potentes de la competición van con un ritmo medio o medio-bajo de puntos y darán un nivel mayor.