El Sporting solo frena al Bathco desde los siete metros

La triple diana de Martim Costa (2-5) hizo que Jacobo Cuétara llamase a los suyos a la orden con una hoja de ruta muy clara. El Bathco debía recuperar el control y, sobre todo, tener cuidado con las jugadas a la contra y los cruces. Los naranjas encontraron en las transiciones rápidas de los lusos su principal problema, así que tocó sacudirse los nervios de los principiantes y encontrar la grieta que llevaba al fondo de las redes portuguesas que defendía Mohamed Aly (5-5).

Los lisboetas habían perdido su ventaja y, aunque Costa seguía haciendo diabluras sobre la pista, los del Besaya consiguieron el balón para adelantarse. Antonio Torres puso en pie al Vicente Trueba con una doble diana (8-6) que desató el delirio. El Bathco Torrelavega había dado la vuelta al marcador y, como soñar es gratis, rápidamente las gradas acuñaron el 'Sí se puede' como ensordecedor grito de guerra. El juego naranja fluía rápido mientras subía la diferencia de goles a favor (11-8). Leo Tercariol, el flamante dueño del arco naranja, permitió con sus acertadas acciones mantener esa pequeña renta que llevaba a los del Besaya a encarar el último tercio de la primera mitad con las alas desplegadas y la férrea convicción de que se podía doblegar a Goliath (13-9).

Con la seguridad del portero brasileño en comunión con la solidez defensiva y la acertada dirección de Isi Martínez, los cinco último minutos antes de la bocina del descanso no fueron aptos para cardiacos. La diferencia aumentó a cinco goles (16-11) gracias, sobre todo, al acierto de los extremos y los pivotes del Bathco en los lanzamientos, lo que permitió a los de Cuétara doblegar al Sporting, que hincaba la rodilla en la pista a falta de la segunda parte (17-12).

Volvió la fiesta al 40x20 con la misma dinámica. Tercariol como el infranqueable muro naranja y una diferencia de tres goles (18-15) aún así llegaron los malos momentos y cuando peor lo estaban pasando, una doble exclusión en el Sporting dio aire al Bathco (21-19). Los de Cuétara aguantaban, pero los lusos iban ganando terreno a la vez que se restaban minutos en el electrónico hasta que subieron las tablas (21-21). Con lo que no contaban los del país vecino era con el carácter naranja, pero los de Torrelavega ya había mordido a su presa. Los lusos empataron (27-27) así que tocó decidir desde los siete metros quien iba a la final. Los naranjas no tuvieron la fortuna de su parte (0-3) pero dejaron una brillante imagen con la que soñar.