El sprint final por la permanencia del Unicaja

A pesar de la calidad de la plantilla santanderina el equipo no atraviesa su mejor momento en cuanto a resultados y en Asobal eso se paga caro. El margen de error se estrecha paulatinamente a medida que pasan las jornadas y para más inri el calendario se complica con enfrentamientos ante rivales directos en la lucha por la permanencia en un momento en que los puntos son muy valiosos para todos. Por ahora los santanderinos acumulan cinco derrotas consecutivas, la última ante el Bathco en el derbi cántabro, tras caer en el Vicente Trueba (27-23). Pero antes perdieron ante Granollers (25-26), Cuenca (29-25), Bidasoa (22-26) y Nava (31-23); por eso un resultado distinto ante los naranjas hubiera permitido a los santanderinos tomar una bocanada de aire para respirar más tranquilos.

Pero ya no hay tiempo para lamentarse. Ahora toca concentrarse en lo que viene. Un partido trascendental para los de Víctor Montesinos ante un rival directísimo: El Atlético Valladolid. Lo que el Unicaja se juega el próximo 20 de abril en La Albericia son mucho más que dos puntos. Se trata de asestar un golpe psicológico a los vallisoletanos y además dejar atrás la racha de malos resultados. Y para eso será fundamental corregir algunos puntos débiles que han condenado a los santanderinos en los últimos encuentros; como fallar contragolpes claros o errar en acciones de ataque en superioridad. Y sobre todo, es fundamental buscar cualquier resquicio que permita puntuar.

El Atlético Valladolid cuenta con un punto más que los cántabros (16) y ocupa un puesto por encima en la tabla, aunque eso sí, los de David Pisonero tienen un partido menos que todavía deben disputar, y es ante el Antequera, el colista. Por eso se antoja prácticamente fundamental para los de Víctor Montesinos ganar ante los vallisoletanos. De no hacerlo sus opciones de abrazar la permanencia en Asobal mermarán considerablemente. El resto de equipo metidos en la pelea por aferrarse a la categoría son el Puente Genil, con 17 puntos, y que tiene que medirse al potente Bidasoa la próxima jornada; y el Nava, con 18. Y todos ellos tienen un encuentro menos que el Unicaja. Toca apretar los dientes y demostrar que la plantilla tiene calidad de sobra para superar el trance y alcanzar el objetivo que se habían marcado al inicio de temporada, que no era otro que permanecer en Asobal.

Tras el primer embate ante el Atlético Valladolid, los santanderinos se enfrentarán al Bada Huesca, y aunque es un rival duro sobre el papel, sus últimos resultados –una victoria, tres derrotas y un empate– pueden convertirlo en un adversario asequible ante el que sumar unos valiosos puntos que sirvan de ayuda para alejarse de la zona de descenso. Lo que viene después es más complicado a pesar de contar con el factor cancha a favor. La visita del Benidorm, cuarto en la tabla, es un reto complejo. Y no tan difícil será puntuar ante el Anaitasuna. Los navarros ya no se jugarán nada en la recta final de temporada y eso puede ser un factor diferencial. Igual que el choque ante Morrazo, una buena oportunidad para sumar ante un modesto dos puntos que pueden ser vitales y que contrarrestarían el resultado de la siguiente jornada.

Y es que como les ocurre a todos los equipos de la Asobal, los de Montesinos pueden dar por perdido de antemano y salvo milagro, el partido frente al Barça. Si para entonces la permanencia no está ya encarrilada, el Unicaja todavía puede gastar una última bala ante el Antequera, un partido teóricamente asequible ante el colista.