El Bathco se agarra a la permanencia

El club de la capital del Besaya iba a Cangas de Morrazo con un objetivo en mente. «Iremos a muerte a por los puntos. Me hacen más falta a mí que a él», anunciaba el técnico madrileño del Bathco en la visita a O Gatañal para medirse a su amigo y padrino de su hija, Nacho Moyano.

Dicho y hecho. Los torrelaveguenses ganaron al Frigoríficos Morrazo (28-29). Por la mínima y con un disparo desde los siete metros con el reloj ya a cero que Alonso Moreno envió al fondo de las redes. El andaluz armó el brazo mientras se detenía el aliento en tierras gallegas. Moreno no falló y en Torrelavega, a varios cientos de kilómetros, sonaron petardos y la algarabía de una victoria que acerca a los naranjas un poquito más a consumar una permanencia merecida sobre la pista, pero que todavía requiere de algún punto más para certificarla matemáticamente.

La épica acompañó al Bathco desde el primer minuto del partido. El vestuario de Álex Mozas salió un poco frío al encuentro, aunque pronto se conectó y de la mejor manera, con un parcial 0-3 rematado por Léo Renaud-David, infalible en las distancias cortas, que le dio su primera ventaja (3-4).

El choque se desarrolló con una igualdad máxima y un ritmo endemoniado en la primera parte, con iniciativa de un equipo u otro dependiendo del tramo del encuentro, pero por un solo tanto, sobre todo por las buenas aportaciones en portería de Javi Díaz, por el bando gallego, por momentos un tormento para el ataque naranja, y Elcio en el lado torrelaveguense. Ya en el tramo final del primer acto, al Bathco Torrelavega se le atragantaron más aún los ajustes defensivos diseñados por Nacho Moyano, lo que se tradujo en una renta de tres dianas para los locales (12-9).

Mozas tuvo que llamar a capítulo a sus jugadores para que reaccionaran y evitar el golpe sobre la mesa del Frigoríficos Morrazo. Lo cierto es que al madrileño le funcionó el toque de atención, porque volvieron a ponerse a un tanto gracias al acierto ofensivo de César Porras y Nico Colunga. Al final, al descanso, la diferencia se quedó en dos dianas para un Cangas que no quería ceder puntos en casa pese a su cómoda posición en la clasificación (14-12).

En la segunda parte no cambió en exceso el panorama al principio, con esas rentas de dos o tres goles a favor de los gallegos, hasta que con un tanto de Gayo, siempre una solución para los problemas de Cangas sobre la pista azul de Asobal, llegó una máxima diferencia de cuatro (19-15). Era el momento de apretar los dientes y, tras otro tiempo de Mozas, el Bathco Torrelavega lo hizo. La orden fue clara: tocar más en defensa para que estuvieran menos cómodos los jugadores de Moyano.

Elcio empezó a sacar balones de todos los colores, formas y despejes posibles y sus compañeros martillearon a su rival en ataque. El parcial fue de un magnífico 0-5, gestado entre Isi Martínez y Fafa Cangiani, incluso a pesar de que el técnico del equipo gallego decidiera arrojar en esa fase la tarjeta verde a la mesa. El Bathco Torrelavega llegó a tener incluso un balón para irse dos arriba con el 20-21 a su favor. El problema es que no lo aprovechó.

El Frigoríficos Morrazo salió de su sequía a tiempo y puso el duelo en un equilibrio constante con sucesivos empates. Léo Renaud-David e Isi Martínez tiraban del carro torrelaveguense, hasta que apareció el factor Iglesias en los locales. Dos tantos suyos consecutivos acercaban los dos puntos al equipo local.

Entonces Álex Mozas apostó por un cambio en la portería, que resultó clave. Araújo sacó varios balones consecutivos y el Bathco superó incluso una exclusión de Alonso Moreno para colocar un parcial 0-3, tras un contragolpe que transformó el lateral francés Léo Renaud-David (26-27). Iglesias logró batir a Araújo, pero una gran combinación de los naranjas acabó en gol en seis metros de Prieto.

Moyano pidió tiempo para preparar una jugada, que resolvió a la perfección desde el lateral Santi López. Quedaban veinte segundos. Mozas no se lo pensó dos veces y pausó el duelo para la última acción. Aunque el ataque no fue fluido y todo parecía conducir al golpe franco, Varela intentó dificultar un saque rápido para lanzar cuando aún quedaban algunos segundos, lo que tras consulta de los colegiados entre sí se tradujo en sanción de roja y tiro de siete metros. Alonso Moreno asumió la responsabilidad y con nervios de acero estableció el 28-29 que hizo estallar la fiesta naranja en O Gatañal.