El último reto de un gran año

La eliminatoria se presenta muy abierta, sin un claro favorito si se compara la trayectoria de los dos conjunto en la fase regular de la Liga. Once puntos cada uno y unos porcentajes virtualmente iguales en ataque, con la diferencia de un gol a favor de los alcarreños. En defensa si reflejan unos mejores números los del Guadalajara, que han encajado veintisiete goles menos. Esa teórica igualada se ha visto incluso reflejada en la cancha, donde ambos equipos ya se han enfrentado con un resultado de empate a 28 en la cancha alcarreña. Nueva prueba del parejo potencial de dos formaciones de Asobal que verán acercarse, de superar esta eliminatoria, una siempre atractiva fase final copera.

El Sinfín arrastra una mala dinámica liguera, con seis jornadas consecutivas sin ganar, aunque todavía en una posición cómoda gracias a sus buenos resultados anteriores y a los empates que sí han conseguido amarar los de Reñones. Muñiz y Postigo no podrán viajar por motivos laborales, en una nueva muestra de las circunstancias en las que trabajan y entrenan los cántabros, mientras que Alberto Pla se quedará definitivamente fuera por lesión, con la preocupación añadida de que puede tratarse de una ausencia de larga duración.

Este partido puede ser a cambio una buena ocasión para que uno de los jugadores más importantes del equipo, el lateral derecho Da Silva, vuelva a encontrar sus mejores prestaciones. En el último partido en La Albericia fue uno de los señalados desde el banquillo y en el último encuentro de la primera vuelta ante el Bidasoa no anotó ni un sólo gol. Una cita en la que también Zungri estuvo lejos de lo que necesitaba su equipo, con un gol de cinco lanzamientos.

A cambio, el Guadalajara llega con un enrachado Márquez, que con 72 dianas es la gran referencia del juego ofensivo alcarreño, y un viejo conocido de la afición santanderina como es Pablo Paredes que suma ya 60 goles en la competición liguera.

También cuentan con una buena portería con las aportaciones del incombustible Hombrados (36% de paradas) y de Saeid, portero del Santoña la campaña pasada, que suma un 35 %. En este apartado los alcarreños llevan una clara ventaja. Mijuskovic acumula un 25% y Sergio Rosa, un 10%, aunque este tan sólo ha jugado minutos testimoniales.

El primer reto será, en consecuencia, conseguir un buen resultado en el Pabellón David Santamaría que permita que la eliminatoria se decida en La Albericia. Un objetivo ambicioso pero al mismo tiempo factible, dados los antecedentes. Y es que superar esta tercera ronda supone acceder a los octavos de final. O, lo que es lo mismo, colocarse a tiro de la fase final de Copa, que los cántabros nunca han jugado. Así, y si todo marcha favorablemente, La Albericia podría abrir el camino hacia la final a ocho. Una vez finiquitada la ida, tocará celebrar la vuelta en La Albericia, de la que saldrá el clasificado para la cuarta eliminatoria. Será el viernes a partir de las 20.00 horas, ocasión que también ejercerá de despedida del equipo ante su afición hasta después del parón navideño.