El Unicaja muestra su poder

Cuando a priori hay un rival superior y otro inferior, la intensidad es la clave de todo en el deporte. Y el Sinfín saltó a la pista con la lección bien aprendida, porque el equipo santanderino supo igualar la gran motivación inicial del EON Horneo para desequilibrar la balanza con su pegada. Así, en los primeros minutos los de Víctor Montesinos hicieron un parcial de 0-4 que hizo tambalearse las ambiciones locales. Los alicantinos tuvieron que pedir un tiempo muerto para frenar la sangría. Y lo lograron, con dos tantos consecutivos. Pero los santanderinos siguieron a lo suyo. Serios en defensa y efectivos en ataque. Un reverso genial de Xavi Castro para dejar solo a Lon en el pivote elevó el nivel de la contienda para poner el 2-5.

Los cántabros se propusieron mantener sus rentas en el tira y afloja. Cuando golpeaba el conjunto alicantino, respondía en la otra portería el representante de Asobal. El meta Kiko Padilla mantuvo a su equipo cerca en el marcador. Primero con una fantástica parada a un zambombazo de David Roca que terminó golpeando en la cruceta. Alberto Pla sacó su repertorio de recuperaciones defensivas. En la primera, se plantó solo ante el portero, que tapó bien. En la segunda, consecutiva, Perbela no falló.

El EON Horneo no fue capaz de sacar rédito a la exclusión de Molina y, pese al tiempo superioridad numérica, no pudo encoger la brecha de tres puntos a favor de los santanderinos, que manejaron bien los dos minutos de debilidad.

Sobrio, rocoso, disciplinado… El Sinfín no sólo logró mantener la distancia, sino que además la aupó hasta los cinco tantos. Xavi Castro cazó, guisó y comió él solo. Un robo de balón en parcela defensiva le dejó todo el pasillo libre para definir con mucha clase y poner el 12-17. Tras un intercambio de golpes, el choque se fue al descanso con la misma diferencia: 13-18.

El Unicaja Banco mantuvo el pie sobre el acelerador a la salida del vestuario para subir el listón a los ocho goles de ventaja ante un conjunto alicantino cada vez más frustrado ante la superioridad cántabra. Y cuando no había posibilidad de seguir sumando, a dormir la contienda. Una doble parada de Pau Guitart aumentó la ofuscación local. 14-22 y nuevo tiempo muerto de los de casa para evitar una masacre. Sólo desde los siete metros logró recortar el EON Horneo. Por poco tiempo, porque Alberto Pla, con dos goles, y Ramiro Martínez subieron la losa hasta la decena. Con 17-27 se cruzó el ecuador de la segunda parte.

Los intentos del aspirante fueron en vano. Por no tener, hubo momentos en los que no tuvo ni suerte. Estrellado contra Guitart y contra el palo de forma consecutiva, la renta siguió en ascenso. Once. Doce. Aunque no perdió el ánimo mejoró en defensa y ataque y logró un parcial 3-0 que frenó Perbela con un cañonazo. La intensidad local subió al mismo tiempo que fue amainando la visitante y el Sinfín perdió una parte importante de la ventaja obtenida. Al final, 29-36. Siete arriba. Un buen botín que, pese al bajón final, debería hacerse buena en el partido de vuelta en La Albericia. El primer paso, el más complicado, ya está dado.