El Unicaja roza la sorpresa

Comenzaron muy fríos los sinfinistas hasta llegar a colocarse con un 1-5 en contra que obligó a Víctor Montesinos a pedir tiempo muerto mucho antes de lo habitual. Enmendó en parte el andaluz la situación, con una progresiva remontada que llevó al 7-8 en el ecuador del primer tiempo antes de que la renta se estabilizara entre los dos y tres goles.El 5:1 funcionaba mejor y una intensidad defensiva que le costó la exclusión a Muñiz y el buen acierto desde los nueve metros mantenían a los de negro en partido. Esa exclusión y una falta en ataque del debutante Jaka Malus amenazaron con detener la remontada, pero comandado por Lon el Sinfín se las arregló para llegar al descanso con 12-13.

A los tres minutos de la reanudación Monzón ponía por delante al Unicaja (14-13) y La Albericia, aunque sin demasiado público, se echaba encima de los vallesanos, muy romos en ataque e imprecisos en los pases, facilitando recuperaciones sinfinistas que culminaban el eterno Lon y un Monzón muy entonado. Tuvieron incluso dos de ventaja los locales, pero un buen ataque del Granollers seguido de una contra llevó de nuevo el empate al marcador.

A los 38 minutos, Antonio Rama pedía tiempo muerto con 18-16.Sin embargo, con uno menos, un Granollers siempre al borde del pasivo no se las apañó para parar momentáneamente la sangría.Hasta que el otro debutante, Carlos Molina, cogió el mando con una recuperación de la que nació el 20-17 en el 42, tras un parcial de 4-1. Los vallesanos estaban desquiciados y sus pérdidas absurdas les podían haber costado más goles, hasta el punto de que con un poco más de puntería los sinfinistas podían haber sentenciado, pero no lo hicieron y su castigo fue kármico: 0-3 en contra y tablas de nuevo a falta de poco más de un cuarto de hora para el final del partido.

A poco de diez minutos para el final el Sinfín ganaba 23-20 (gol de Roca, que el año que viene será vallesano) y tenía la posesión para encarrilar definitivamente la victoria, pero de nuevo falló en la sentencia: 23-23 en el minuto 23.

El último minuto fue frenético. Paradón de Pau, Ramiro empataba a la contra, AntonioRama pedía tiempo muerto y Chema Márquez marcaba de siete metros. Acto seguido, tiempo muerto de Montesions, golpe franco a falta de dos segundos y, sin tiempo, Castro intentaba lo imposible. Lo era.