Zarpazo al Bathco en el Vicente Trueba

El conjunto marista comenzó llevando la iniciativa en el electrónico aunque sin llegar a conseguir una renta que le diera cierta ventaja ante un Bathco Torrelavega que, poco a poco, fue aumentado la intensidad de su juego y le dio la vuelta al marcador. Precisos en ataque y con la primera línea autoritaria, los leoneses tomaron el mando; sin embargo, se vio neutralizado rápidamente por un Torrelavega liderado por el –también leonés– Isi Martínez, que supo aprovechar la debilidad defensiva por el centro de los maristas. 

El trepidante ritmo del arranque mantenía al Vicente Trueba en vilo. Si alguien parpadeaba, se perdía, como poco, un gol de Isi Martínez, que durante los primeros minutos llevaba una media de gol por posesión.

Un tanteador muy alto (5-7 en el minuto 10) volvió a sacar a relucir esas carencias defensivas de un Ademar León que no era capaz de frenar a la primera línea naranja, con los torrelaveguenses yendo a más y alcanzando la máxima ventaja del partido (14-10) tras unos malos minutos maristas. A tres goles de diferencia en el electrónico, el Bathco hizo soñar a un Vicente Trueba que se puso en pie para celebrar un arranque de partido que hacía relamerse a los naranjas. Y entonces, cuando mejor iba todo para el conjunto de Álex Mozas, el pabellón se quedó en silencio mientras miraba preocupado hacia la portería torrelaveguense. Carlos Calle, que de nuevo cuajaba una gran actuación bajo el arco, estaba tendido en el 40x20.

El madrileño abandonó la pista ayudado por dos compañeros al ser incapaz de apoyar la pierna derecha por sus problemas en la rodilla. Una nube oscura se cernía sobre el Bathco. Uno de los pilares del equipo abandonaba la cancha cabizbajo y sin muchas esperanzas de reincorporarse al partido contra los maristas. Y ahí apareció otra vez la afición naranja. Había que llamar a la calma y, sobre todo, a la unidad. La ovación expulsó los miedos y cumplió la doble función. Por un lado, arropar a Calle y, por otro, recordar a los jugadores que había que recuperar la concentración y centrarse en el juego.

Lo cierto es que, a pesar de intento de mantener el ritmo, el contratiempo afectó a los hombres de Álex Mozas. Los maristas dieron un paso adelante en defensa en el tramo final de la primera parte que les permitió empatar el partido, encadenando casi siete minutos sin recibir gol. Martí Villoria rompió la igualada tras subir el 15-14 con el que se llegó al descanso gracias al acierto de Murillo Araujo bajo los palos en los últimos compases de la primera media hora.

En la reanudación los leoneses salieron con más fuerza. La defensa marista comenzó a funcionar, a tocar balón y a ganar en confianza, manteniendo la dinámica de los minutos finales del primer tiempo.

Con Bomastar en una gran tarde, la ventaja marista se disparó hasta los seis goles en los últimos diez minutos de juego e incluso parecía que los de Manolo Cadenas habían encarrilado la victoria, pero no contaban con que el Bathco no daba nada por perdido y, si los de Mozas creían, la grada no lo dudó.

Los naranjas tiraron de carácter y rompieron la superioridad en el electrónico y tuvieron balón para empatar el choque en el último minuto de juego, pero Bomastar se hizo gigante para detener el lanzamiento desde el extremo de Prieto.Al final, los dos puntos se los llevaron a León.