Andros estrena su casillero de triunfos

En la matinal de la Agustín Sampedro solo la raza y el genio de Jesús Salmón pudo rescatar un punto para Camargo. Sin Gabi Cagigas, aquejado de tortícolis, en la formación inicial, los de Maliaño este año en Liga han jugado bien en su bolera y peor lejos de la misma, donde solo han ganado en Arce y sin demasiado brillo. Ayer se vieron con dos chicos en contra tras un inicio discreto y ante un rival que llegaba en problemas tras estar la tarde de Jueves Santo casi tres horas sobre la bolera.

No tiraron bien los de Torres en el tercero, una manga que decidió un Salmón de nuevo estelar que, tras perder su primer lanzamiento en la caldera, embocó con el segundo para un cierre que metió a los suyos en partido. A partir de ahí ambas partidas se alternaron los juego y chicos antes de que, en el sexto, de quince metros, Camargo llegase de manera agónica vía panojazo de Rubén Rodríguez a la barrera psicológica de los 40 bolos. La cifra funcionó, toda vez que Pablo Fernández perdió la primera en la caldera y Alfonso Díaz la última de estacazo cuando ya buscaba desesperadamente el bolo del dinero.

También por la mañana y en apenas una hora La Rasilla se deshacía de J. Cuesta, que saca más rédito en partidos largos. Los corraliegos llevan menos puntos en la clasificación de los que merecen por juego y esta vez, encima, contaron con la inspirada zurda de un Toñín Sagredo que embocó en dos ocasiones para cerrar de mano.

En su enésimo intento por reconducir la situación en la que se encuentra, Andros colocó a Óscar González a abrir en el acto de apertura de su partido en Loredo. Pese al cambio el encuentro comenzó con susto para los de Las Fraguas, toda vez que, con una irregular tirada, con bola de siete de Carlos García incluida, se quedaron a las puertas del cierre. Por detrás, Raúl de Juana abrió con emboque y Pablo Sañudo remató con otro para adelantar a los locales, que comenzaban con buen pie.

El golpe pudo ser mayor después de que, tras un mal comienzo, Ribamontán birlase sin fallo para mandar a 47 en el segundo. De catorce metros y con la raya al medio Andros creo una barrera de bolas cerca de la caja que le dio la igualada en el tanteador y la confianza para, sin repetir tiro largo, mandar a 53 en el tercero. Todo parecía encarrilado hacia la victoria visitante, pero un gran tramo final de birle costero en el cuarto y la irregularidad visitante devolvieron las tablas y los nervios a los aficionados del Valle de Iguña.

Los puntos en juego se los llevó Andros gracias a un emboque de Lavid, pese a que Raúl de Juana colocó la raya encima del tercero de la mano, y a un ejercicio de dominio de nervios que les permitió matar el cierre local, después de un gran birle, en el epílogo del partido.

Más largo fue el encuentro en La Cavada, un cara a cara entre dos partidas acostumbradas a mirar de lejos la caja y que dirimieron un duelo largo, tenso y que se resolvió en el último parcial a favor de los locales.

Fue un choque duro, largo, con poco juego y en el que ambos conjuntos buscaban cierres ajustados que les permitiesen respirar. Un intercambio de golpes del que salió triunfador Riotuerto, que sin demasiada brillantez se mantiene imbatido en casa y ocupa puestos altos de la tabla.