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Andros, que tras el fichaje de Jesús Salmón aspira a ese título de Liga que se le ha escapado varias veces, un Camargo que defiende su campeonato y un Peñacastillo que busca recuperar su hegemonía, grandes protagonistas de una División de Honor a la que ... regresan Pontejos y Sobarzo.
Camargo
En Maliaño empiezan a contar los años ADS y DDS. Jesús Salmón obró el milagro y alargó en Camargo la sombra de Roper para firmar un año histórico y en el que no ganaron todas las competiciones a las que optaban por culpa de un gran birle de David Cecín. El hijo pródigo, el del Gran Poder, fue capitán, arreglador de bolera, estratega, ejecutor de birle y, sobre todo, líder de una orquesta que funcionó a la perfección, con cara jugador en su papel y en su nivel lógico. Pero, y no sin sorpresa, el camargués aceptó mediado el curso la oferta deportiva y económica de Andros y ahora la entidad que preside Gerardo Castanedo vuelve a ser DDS. Después de Salmón.
La primera tarea era relevarles a él y a Pedro Gutiérrez, que también viste ya la zamarra de Andros, algo de lo que se encargarán Mario Pinta y Gonzalo Egusquiza. Dos perfiles diferentes que, más allá de su labor sobre la bolera, obligan a retomar galones a Gabi Cagigas, Alberto Díaz y Rubén Rodríguez, héroe inesperado en el ocaso del curso y que, si encuentra una versión acorde a su calidad, puede llevar a los suyos a una campaña exitosa. De momento, el primer título ha sido suyo, una copa Apebol en la que sufrieron en cuartos, disfrutaron en semifinales y que se llevaron después del perdón de la Bolística y de la aparición de Cagigas. Seguramente no van a ser la partida más virtuosa, ni la más bonita de ver, pero son capaces de ganar a cualquier y mantener a la peña más laureada de la historia entre las aspirantes a cualquier torneo.
El de Ambrosero será el líder sin emboque, un cachi que portará Rubén Rodríguez, Que es veterano, sí, que lleva años fuera del circuito de élite, indiscutible, pero que si aguanta la presión de tiro tiene capacidad birladora para sostener al equipo. El Parque no tolera medias tintas, o toleraba, porque poco queda de los aficionados que antes daban color a una bolera cada vez más vacia, por lo que las mediocridad puede ser la peor carta de presentación de una peña que, de momento, en 2024 va uno de uno (en trofeos) y que siempre, siempre contará con la responsabilidad de llevar en el pecho un escudo para dominarlos a todos.
Gabriel Cagigas Torre (Ambrosero, 1993)
Alberto Díaz Bustillo (Quijas, 1983)
Rubén Rodríguez Gutiérrez (Virgen de la Peña, 1977)
Gonzalo Egusquiza González (Torrelavega, 1984)
Mario Pinta Robles (Torrelavega, 1992)
Jaime García Acebal (Puentenansa, 1981)
Peñacastillo
El 2023 fue un año raro en Cañas. Fueron segundos en Liga, no sin polémica, con una puntuación que cualquier otro curso les hubiera dado el título, mientras que en los torneos al KO fallaron en los momentos decisivos, justo cuando Peñacastillo había demostrado en las anteriores campañas que era más fuerte. Un curso positiva para cualquier otra entidad que, por antecedentes, dejó un sabor agridulce en una partida que sólo ha sufrido un cambio, el de Mario Pellón por Mario Pinta. El taniego ha ejercido de engranaje en sus dos años en los capitalinos y ahora deja su lugar a uno de los llamados a dominar los bolos en los próximos años.
El resto de roles se mantienen dentro de la cuadrilla. Víctor González será el ejecutor, el francotirador que abre camino entre las filas enemigoas, Rubén Haya tapará las brechas cuando sea necesario y José Manuel González será el que impulse al equipo en los días importantes. Y, por si alguno falla, Sebi Iturbe y Senén Castillo estarán al quite. Que Andros sea la peña que focalice la atención en cuanto a favoritismo beneficia a un conjunto que apenas tiene fisuras y que, ya en los albores del 2024, ha demostrado que tiene recursos para llegar al éxito por caminos diferentes.
Gran parte de ese éxito dependerá del rendimiento de Víctor. El campeón de España podrá jugar mal algún día (dicen que no hay nada imposible). pero entre dar un alto nivel y un nivel superlativo puede estar la diferencia para una entidad que este año deja la carga del favoritismo para otros (para otro, para ser más exacto) y que tendrá en la regularidad el camino más corto al éxito. Porque a un partido cualquiera es batible, de hecho la Bolística les derrotó en semifinales del primer torneo del año, pero a 26 jornadas la realidad acaba mandando sobre la bolera.
La llegada de Pellón lleva a Cañas a un jugador efectivo a las dos manos, seguro de birle y que juega con el primero con suma facilidad. La presión del escudo puede ser el único pero para un jugador acostumbrado a lidiar con la responsabilidad y que ya sabe lo que es ganarlo todo en categorías inferiores.
Con una masa social estable y como garantes de buena parte del éxito de los bolos en Santander (junto a, sobre todo, Bansander y Castilla Hermida), Peñacastillo no sería el equipo ganador del último lustro si dejase pasar otro año en blanco y sin competir en los torneos del KO. Porque caerse está permitido, pero levantarse es obligatorio.
Víctor González Fernández (El Astillero, 1994)
Rubén Haya Manero (Camargo, 1975)
José Manuel González Fernández (El Astillero,1999)
Sebi Iturbe Gómez (Camargo, 1976)
Mario Pellón Ruiz (Torrelavega, 2003)
Senén Castillo Ruiz (Hazas de Cesto, 1976)
Hermanos Borbolla
Quiza ni el mismo Pepe Borbolla esperaba, cuando decidió cambiar la plantilla completa de la peña, un 2023 como el que vivió un equipo que, como Camargo, nunca se olvida de ganar. Y es que Borbolla daba, a priori, un paso atrás, un cambio de paradigma que ha servido para coger impulso y que el buen rollo que transmiten los jugadores entre ellos se traduzca en dos nuevos títulos para las vitrinas de la Ángel y José Borbolla, la Copa Presidenta y la Supercopa.
Para ello, no basta con ser amable, se necesita a un jugador en el mejor momento de su carrera como Manuel Domínguez, a un abridor como Cecín, a un Mario Borbolla que tiene pocos rincones incómodos de birle y a un capitán, Jonathan García, que es un todoterreno de tiro y de birle. Su gran 2023 les pone en el punto de mira de las apuestas para este curso, sobre todo en los torneos coperos, debido a su capacidad de adaptarse a todo tipo de partidos y boleras y una filosofía de tradición añeja: ganar, sí, pero sobre todo disfrutar de lo que se hace sobe la bolera.
Manuel Domínguez Crespo (Meruelo, 1987)
Jonathan García González (Mazcuerras, 1989)
Mario Borbolla Perera (Meruelo,1999)
David Cecín López (La Cavada, 1985)
José Díaz López (Treceño, 1970)
Casa Sampedro
Ni el más optimista de los seguidores de Casa Sampedro daba un duro hace unos meses por la supervivencia de la peña. Después de que la directiva anunciará su marcha de la entidad todo eran rumores, amagos y noticias contradictorias. Incluso puede que los planes para su rescate estuvieron trazados, pero oficialmente los de Torres eran un equipo condenado a la extinción.
Al final, la aparición de Jesús Sánchez obró el milagro, el legado de Manolo Oliva no se va a apagar del todo (su recuerdo nunca lo hará) y Casa Sampedro siguen en activo. Lo hará con una partida conformada a última hora, en la que Jaime Ríos llevará el peso y el emboque y en la que la permanencia es el objetivo. David Cianca pondrá, junto al capitán, la experiencia en División de Honor, Javi Platas los años de bolera y Javi García y Álvaro Laso, debutantes, el descaro de los novatos. La única pena es que sus partidos como locales serán en El Malecón y no en Torres, en una Agustín Sampedro con olor a tierra y rabas y a domingos por la mañana de bolos y vermú.
David Cianca Pacheco (Santander, 1982)
Jaime Ríos Sampedro (Villapresente, 1987)
Javier García Sánchez (Santander, 2004)
Javier Platas Pas (Santander, 1986)
Álvaro Laso Saro (Maliaño, 1993)
Andros
Ganar o ganar. Y, en caso de que salga mal, ganar también. Dos sílabas, cinco letras, un verbo de la primera conjugación que llevan grabado a fuego en Las Fraguas y que tiene un apellido: la Liga. El tótem, el Santo Grial, el anhelo único de una entidad que ha cumplido todos los objetivos marcados en su nacimiento menos uno, ser los mejores en el torneo de la regularidad.
No son responsables únicos, pero en el Valle de Iguña se respiran bolos gracias a ellos, la gente acude en masa al corro de El Carmen, la Escuela de Bolos cuenta con medio centenar de niños y la Liga de Aficionados llena las boleras en las tardes de verano (como dice la canción), pero…la División de Honor, de momento, ha pasado de largo. Para acabar con los problemas la directiva asaltó El Parque para, a la segunda, arrancar a Jesús Salmón de las garras de su casa, traerse de nuevo a Pedro Gutiérrez y juntarlos con El Junco y Carlos, que tampoco necesitan apellido. Casi nada. La plantilla, además, se ha reforzado con David Penagos, un bolista que sería titular en muchas peñas.
Jesús Julián Salmón Gutiérrez (Camargo, 1974)
Óscar González Echevert (Liérganes, 1978)
Carlos García Dueñas (Santander, 1980)
Pedro Gutiérrez Gutiérrez (Los Corrales, 1976)
David Penagos Perales (Vioño, 1983)
Riotuerto
Sin buenos principios no hay buenos finales. Dicho así suena a obviedad, aunque más tópico y típico, sobre todo a nivel deportivo, es empezar bien y rematar con problemas. Como si se hubieran puesto de acuerdo para calcar temporadas, en La Cavada cayeron en los mismos errores en 2022 y 2023 para pasar de pelear los puestos altos de la tabla con los grandes a perderse en la zona media de la tabla. Sin pena ni gloria, que es lo peor que le puede pasar a una peña que vivió en la década pasada momentos de éxito.
Tras vivir incluso problemas de concordia, José Antonio Abascal estuvo atento para pescar en Casa Sampedro y fichar a Alfonso Díaz, jugador, capitán y viejo zorro a partes iguales, un refuerzo querido por muchos rivales y que compondrá la 'sección de veteranos' junto a Rubén Túñez, abridor, birlador y santo y seña a orillas del Miera. El 2024 será el turno de no quedarse atrás para Adrián Díaz y Miguel Hernando, que ya no son jóvenes promesas sino bolistas consolidados en la élite. Y como tal deben ejercer en la partida.
Alfonso Díaz Carreño (Los Corrales de Buelna, 1978)
Adrían Díaz Ortiz (Los Corrales de Buelna, 1995)
Rubén Túñez González (La Cavada, 1978)
Miguel Hernando Pérez (Quijano, 2000)
David Abascal Monte (La Cavada, 1983)
Comillas
Forjado a la sombra del mítico José Manuel Fernández, Marcos, presidente de la entidad, comparte con 'El Niño' genes, apellido y, a nivel bolístico, una misma filosofía. Lo que funciona, mejor no tocarlo. En Comillas se mantienen un año más los jugadores que lograron el ascenso en una de las Primeras más duras de los últimos tiempos y que, en 2023, estuvieron a un paso de tocar la gloria en la Copa Apebol. Liderados por Nacho Migoya, el plantel templa de tiros cortos, se defiende de distancias largas y birla bien a ambas manos, un equipo bolero al que ya no le basta con la permanencia.
El corro que lleva el nombre de su antiguo presidente es, además, uno de los pocos que perviven sin techo y, por lo tanto, en el que las condiciones del tiempo influyen a la hora de aposentarse en el tiro. Un más a más de una entidad histórica, en la que prima la estabilidad y que dirige un hombre que vive por y para los bolos, demostrando que como un hormiguita, recolectando de aquí y allá, se puede sobrevivir en bolos y, además, aspirar a grandes logros.
Nacho Migoya Díaz (Roiz, 1979)
Héctor Salmón Múñoz (Camargo, 1993)
Fran Rucandio Estébanez (Santander, 1984)
Javier Puente Pérez (Mazcuerras, 1989)
Jesús Soberón Fernández (Torrelavega, 1976)
Torrelavega
Cuando se les pase el disgusto del resultado final, que puede que tarde, en la Carmelo Sierra recordarán la Copa Apebol 2024 con un sabor agridulce. La Bolística hizo un gran torneo, tuvo el trofeo ganado en dos ocasiones y, al final, cedió en uno de esos partidos en los que eres mejor y pierdes.
Aquel disgusto queda salpicado con la sensación de que el equipo funciona, de que las llegadas de Lolo Lavid y Jairo Arozamena van a impulsar su objetivo durante el año y de que los dos críos, Marcos Sobejano y Néstor Viar, van a estar más respaldados al lado de dos veteranos. Pulgaristas ante todo, los del Besaya pueden irse con chulería al fondo del corro, poner raya al medio y birlar desde donde haga falta porque además de calidad tienen confianza para ello. La ilusión fluye por las venas de una afición que nunca falla los sábados por la tarde en la grada y por la sangre de una directiva que continuará, al menos, cuatro años al frente del club. Y los bolos lo celebran, porque más allá de sus fallos o aciertos, tienen ideas nuevas. Y eso es poco habitual.
Lavid Collantes (Las Fraguas, 1980)
Jairo Arozamena Díaz (Los Corrales de Buelna, 1996).
Marcos Sobejano Oria (Cabezón de la Sal, 2004)
Néstor Viar Fernández (Camargo, 2005)
Mario Herrero Fernández (Torrelavega, 1991)
Los Remedios
En 2022 fue Isaac Navarro. El pasado año, Carlos Gandarillas. Dos lesiones de larga duración, ambas en los albores de la temporada y dos puertos de montaña que Los Remedios superó incluso con nota, el primero de ellos con Edu Herrera tirando de zurda y el segundo con el fichaje de Cristian Lavid. Coqueteos con el descenso, dudas sobre cómo jugar y miradas al cielo en busca de una ayuda que en ambos casos llegó en la segunda vuelta, sobre todo, gracias a buen juego de los protagonistas.
Además de una mano divina Lel Díaz miraba al cielo para que, algunos días, lloviese ya que, curiosamente, las victorias como locales en los últimos cursos les han llegado jugando en la bolera auxiliar, la de Maliaño, y no en Muslera. Con la misma plantilla de años pretéritos, el objetivo, más allá de no sufrir contratiempos, pasa por acabar la Liga en las siete primeras plazas y jugar la Copa Federación, algo para lo que están capacitados siempre y cuando las visitas a médicos, masajistas o curanderos sean esporádicas. Sobre todo, salud.
Federico Luis Díaz López (Santander, 1987)
Isaac Navarro Fernández (Santander, 1980)
Luis Vallines Zayas (Laredo,1999)
Eduardo Herrera Roiz (Torrelavega, 1992)
Carlos Gandarillas Media (Sobarzo,1989)
La Rasilla
Hay equipos que, nada más nombrarlos, evocan tradición, estabilidad, simpatía. En Los Corrales huele a madera, a bolos, a parrilla en la tardes de verano después de tirar la perra a arriba los gananciosos. Por mucho que lo intenten ni el fútbol, ni el balonmano, ni el pádel tendrán nunca el aura que tienen los bolos para una localidad que congrega a jugadores y peñas de todas las categorías.
Buena parte de la culpa del éxito lo tiene La Rasilla, que Cundi Ceballos llevó hasta donde está y en la que su hijo Chisco continúa el legado con un éxito indiscutible. Para dar más fuste al equipo, claro, el aspecto deportivo tiene que responder, algo para lo que el conjunto de Buelna tiene sobrado material. Con dos cambios en el plantel, Chin Velasco vuelve a casa para tomar el relevo de Toñín Sagredo, mientras que Michel Valdés da el salto a la máxima categoría para que su presidente puede centrarse sólo en el tema administrativo y organizativo. Que entre Sanjuanes, campeonatos y otros concurso el 2024 se presenta muy activo en Los Corrales.
Ico Núñez Buj (Pancar, 1980)
Manuel Diego Puente (Los Corrales, 1989)
Pablo Lavín Quevedo (Bostronizo, 1990)
Chin Velasco Fernández (Pedredo, 1992)
Michel Valdés Ruiz (Meruelo, 1983)
Ribamontán
Los clásicos nunca pasan de moda. Porque estarán más o menos en forma, serán más o menos veteranos, pero siempre están ahí. Y, si pasan de moda, acaban volviendo. Como la cosa va de refranes quizá el que mejor describe a la Ribamontán de los dos últimos años es aquel que dice que más sabe el diablo por viejo que por diablo. Raúl de Juan no es Satán (o ya no, que jóvenes hemos sido todos), pero de bolos sabe mucho, demasiado. Y además de conocer, juega. También demasiado.
Una peña que parecía desahuciada al inicio del curso logró la permanencia y, por eso, este año no sólo aspiran a no bajar, sino que con las llegas de Toñín Sagredo y Pepín Alonso (salidos del laboratorio de Sobarzo), incluso quieren mirar hacia arriba. Sufrirán de tiro largo, seguro, pero en su zona de confort serán uno de los combinados más peligros incluso para los aspirantes al título. Una peña incómoda para el rival, con un entrenador a pie de corro y mucha guerra por dar.
Raúl de Juana Canal (Bezana, 1969)
Roberto de Juana Canal (Bezana, 1975)
José Carlos Alonso Cuadrado (Sobarzo, 1992)
Antonio Sagredo Diego (Sobarzo, 1992)
Hugo Gutiérrez Vecino (Pámanes, 1986)
José Cuesta
La apuesta por la juventud a J. Cuesta le salió regular. Era una época de transición después de lo que pudo ser y no fue por culpa de la maldita mala suerte que se llevó a Luis Bustamante demasiado pronto y el aterrizaje de los hermanos Ángel y Marcos Lavín y de Adrián Esquivias acabó el pasado año de una manera algo brusca.
Quizá por eso Serafín Bustamante, presidente oficial, y su sobrino Darío, el comandante a pie de bolera, han apostado por un plantel algo más veterano, con la permanencia de Víctor de la Torre, la vuelta de José Luis Rivero y la llegada de Iván Gómez, uno de los mejores jugadores de la Liga al que sólo la irregularidad impide llegar a cotas mayores. La juventud correrá a cargo de Ángel Pellón, que busca en su tercera oportunidad en la élite consolidarse entre los grandes. El legado de Litri está en buenas manos y, más allá, de éxitos o fracasos deportivos, a la orilla de la casa familiar quedan bolos para rato. Que así sea.
Isaac López Velez (Lamadrid, 1980)
Víctor de la Torre Ruiz (Roiz, 1985)
Iván Gómez Gómez (Zurita, 1982)
Ángel Pellón Ruiz (Torrelavega, 2002)
José Luis Rivero Cadelo (Los Corrales, 1985)
Pontejos
Hay escudos que pesan. Los jugadores se ponen el polo y, de repente, sin estar mojado siquiera, la tela se vence sin explicación plausible. Es el peso de la memoria, del recuerdo, de la evocación de los tiempos en que, por ejemplo, Pontejos estuvo a un paso de ganar la Liga.
Los más viejos de Las Callejas no pierden la memoria, por eso exigen a los jugadores actuales el nivel de excelencia que la historia requiere. O, al menos, la pelea por la permanencia en busca de asentar la peña en la máxima categoría, un objetivo por bandera para que el que la directiva ha apostado por la continuidad y por la juventud. Mimbres hay, desde luego, para tutear a los grandes.
Óscar Herrán López (Barcenilla, 1988)
Javier Puente Saro. (Santander, 1989)
Cristian Velo Baranda (Santander, 1989)
Jairo Carrascal Oria (Santander, 1989)
José Antonio Sordo Pérez (Santander, 2005)
Sobarzo
Cuando juegas bien, hay que ganar. Y cuando no lo haces, hay que sufrir para puntuar. Pocos equipos en los bolos tienen el aura de equipos aguerrido que tiene Sobarzo, una peña que tiene en La Tapia un seguro de vida y que se defiende como gato panza arriba cuando las cosas se ponen difíciles, una situación que les va a tocar vivir en el inicio de temporada.
Los problemas de Mario Ríos van a precipitar la vuelta a casa de David Gandarillas, que será de la partida inicial dando un plus de calidad y competitividad a un equipo en el que Óscar Cianca y Jorge González pondrán la veteranía y Javier Cacicedo la potencia.
Oscar Cianca Pacheco (Santander, 1977)
Javier Cacicedo Sánchez (La Cavada. 2000)
Jorge González Ceballos (Coo de Buelna, 1979)
David Gandarillas Media (Sobarzo, 1989)
Mario Ríos Pérez (Entrambasaguas, 1984)
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