Astillero da el primer paso para contar con una bolera cubierta

De las once propuestas presentadas, la ganadora ha sido la de Pedro Irastorza, un recinto multiusos con graderío retráctil en todo el contorno del corro y que busca mantener el entorno estético en conjunción con el pasado industrial de la zona. El espacio está diseñado para ir enterrado, lo que facilitaría el acceso desde cota cero a las gradas y minimiza el volumen del edificio exterior.

Con todo, y pese a sus bondades, desde la peña Los Remedios han presentado un escrito de observaciones y recomendaciones para que el recinto esté completamente adaptado a su uso bolístico, que sería el principal. Por ejemplo, desde el club que preside José Manuel Díaz recuerdan la importancia de la altura del techo, para que no haya obstáculos a la hora de lanzar las bolas de tiro, la necesidad de colocar una acera entre los tablones y la primera fila de gradas, para que espectadores y participantes tengan terreno donde moverse y la importancia que tendrá la orientación de la bolera para evitar que el sol pegue de frente a los bolistas durante el desarrollo de las competiciones.

Los de Muslera apuestan también por mantener unas gradas fijas, por encontrar un lugar para colocar una puerta de acceso más amplia que permita el paso de maquinaria de obra para cualquier eventualidad y, por último, sostienen la necesidad de que el recinto posea un sistema de climatización, tanto para el frío como para el calor, para poder ser utilizada durante todo el año.

Más allá de precisiones, el primer paso está dado y Astillero está cada vez más cerca de contar con un recinto que palie las necesidades de las peñas locales y de una escuela en crecimiento en los últimos años.