Camargo cumple con el pronóstico y se impone en la Supercopa femenina

El duelo tenía como favorito a las cachoneras, campeonas ligueras el pasado curso, imbatidas en 2025 y ganadoras ya este año de la Copa Apebol. Con esos argumentos, tenían todos los los focos apuntándolas.

Enfrente, un cuadro occidental capaz de batir a cualquiera y que llegaba a la cita como campeona copera. También era un buen credencial para tenerlas en cuenta. Todo ello, además, en un entorno privilegiado, una atalaya sobre Laredo donde la familia Del Río cuida y trabaja tanto el bolo palma como el pasabolo tablón.

El estreno del partido se dividió en las victorias de cada peña cuando puso tiro. Deva tenía claro que de tiro corto, desde los siete metros, tenía que marcar el ritmo, hacer bolada y complicar la vida a una partida cuyo mayor fortaleza está en el birle. Las capitaneadas por Iris Cagigas se fueron al tiro en la apertura, tomaron el mando y empezaron a mandar a Camargo a cifras elevadas.

Para demostrar su favoritismo y no perder comba, las camarguesas respondieron de tiro largo, se hicieron con los chicos de diez metros y obligaron al duelo a resolverse en los últimos dos parciales. Fue una primera parte del encuentro de poder a poder, con grandes jugadas y en la que el respetable que llenó la bolera comprobó que el nivel de las contendientes era alto.

Fue ahí cuando surgió la figura de Cristina Cabielles. Lideró el arreón de las de Maliaño. Deva de nuevo rozó el medio centenar de palos y la de Gandarilla derribó ella sola diecisiete bolos, para encarrilar una obligación que fue como una rotura de servicio en un partido de tenis. O de pádel, que está más de moda. Fuera lo que fuera, Camargo tomó el mando y remató su segundo título del curso en un epílogo dominado, como todo el partido, por el buen juego.

Segundo título del año para las de Gerardo Castanedo, que cumplen así con su papel de favoritas en una competición ya oficial y que forma parte de los partidos más importantes del año en una categoría en crecimiento. Las de Unquera plantaron cara, pero no fueron capaces de mitigar el potencial de la cuadrilla camarguesa en esta final supercopera.