Camargo ya espera rival en la final

Camargo no quiere salirse de su línea de juego y, pese a los meses transcurridos entre el final del curso 2024 y el partido de ayer, demostró que tiene las cosas claras. Las cachoneras son las primeras finalistas de la Copa Apebol femenina tras superar a Atlético Deva por 1-4 en un partido en el que las bolas quedas penalizaron a las jugadoras del cuadro de Unquera.

Los dos conjuntos habían cumplido los pronósticos que les hacían favoritos en la ronda de cuartos. Con más apuros, Camargo, que sufrió hasta las últimas bolas ante Los Remedios en Muslera. Con más holgura, Deva, que boleó sin piedad a Carandía en el estreno oficial del curso en la Pepe Saiz. Campeón liguero el cuadro de Maliaño, campeonas de la Copa Femenina las de Unquera, el encuentro partía ligeramente con sabor camargués por aquello de los galones, aunque el carácter ganador de Iris Cagigas, bien respaldada por bolistas que ya saben lo que es vivir momentos de tensión, convertía el duelo en un cara a cara con mucho por dirimir.

A nivel estratégico, sólo una premisa, derribar mucha madera. Como ya se vio la pasada semana en la Apebol masculina, la bolera de Cueto siempre favorece al que coloca bien las bolas, por lo que se presuponía un partido de ritmo alto, registros elevados y de necesidad de no fallar para la peña que iba de postre. Una bola queda de Tamara Santamaría y un birle algo irregular dejaron a las de Maliaño el camino franco para adelantarse en el marcador. De tiro corto y con la raya de butrón, las ayer visitantes se gustaron y se fueron por encima de los cincuenta bolos.

Sabedoras de que desde la distancia máxima, los diez metros, sus rivales eran superiores, las jugadoras de Deva asomaron el emboque a la mano en busca de una defensa ante un posible cierre de las favoritas. El mismo llegó con un acierto supremo de Marta Castillo, que también perdió un lanzamiento en la caldera, pero el registro no fue suficiente para amedrentar a las de Unquera, que a bolos mataron la jugada para igualar la contienda. Si en el primer parcial no habían cumplido con la bolada que pide el tiro corto, en el tercero las locales si lo hicieron. Y eso que contaron con la mala suerte de otra bola queda de Santamaría en un estacazo que se encontró con el butrón trazado por Rebeca Bustara. Claro que, Camargo de siete metros es una apisonadora. Un total de cincuenta palos y otra vez por delante.

Con la última bola embocó Rebeca Bustara para encauzar la tirada de las suyas en el cuarto. De nuevo de distancia larga, de nuevo con el emboque asomando y de nuevo tras cumplir tanto de tiro como de birle. Brillantes de cerca y al pulgar, cumplidoras de lejos y a la mano, las pupilas de Gerardo Castanedo tomaron distancia en el marcador después de que otra queda y la ausencia de amistad con el cachi destemplaran a las de la zona occidental.

El partido agonizaba y Deva lo intentó desde los ocho metros, uno más que en los dos chicos anteriores, en los que habían sido superadas. Cambio de distancia, pero no cambio de dinámica. Esta vez fue Verónica Echevarría la que se estrelló con la raya alta, una queda que enfrió la subida, el ánimo y el birle de una partida que, sin jugar mal, siempre fue a remolque. Sin tener que hacer más que cuarenta para ganar, Camargo completó otra gran tirada para certificar su victoria.

Camargo es la primera clasificada para la final del viernes, un partido decisivo en el que tendrá como rival al vencedor del encuentro entre Peñacastillo y la Bolística, que se disputa mañana en Cueto. Un duelo en el que las capitalinas se encuentran con una de sus bestias negras y una partida con el descaro para ganar a cualquiera. En caso de victoria de las de Cañas, se repetiría la final de la temporada pasada, un partido que acabó con victoria santanderina.

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