Secciones
Servicios
Destacamos
Sin restar un ápice de mérito a Carlos García, que se llevó un sólido triunfo sobre la bolera, los verdaderos ganadores del Bahía de Cádiz fueron los encargados de lograr que, contra viento y agua, el torneo pudiera salir adelante. Ayer, de nuevo, se encontraron ... con que la noche gaditana había sido agitada y el cielo había decidido tirar agua en el momento menos oportuno. Pese a ello, el equipo que dirige Paco Durán se puso manos a la obra y logró que el cutío estuviese dispuesto para que, a primera hora de la tarde, el de Bezana rematase el curso logrando la victoria por delante de Víctor González.
Para colmo de vicisitudes, la lucha por acabar entre los ocho primeros culminó con un desempate entre Marcos Sobejano y Javier del Rivero, cuatro manos que acabaron con el de la Bolística en cuartos de final. Sin ser un mediodía brillante, los registros de los favoritos fueron superiores a los de los días previos, sobre todo los de Carlos García, que derribó 136 palos, y Rubén Haya, que con 127 ponía a su compañero de partida y de parejas, Víctor González, un reto a la hora de buscar la final para rematar la campaña con triunfo.
Lejos de los grandes registros de hace meses, pero con igual eficacia a la hora de llegar a las primeras posiciones, el Campeón de España cumplió con la obligación que le impuso el camargués y, con 130 bolos, entraba en la fase decisiva con seis bolos menos que Carlos. Por el camino se quedó su compañero de tiradas, Jonathan García, con 113, al igual que les ocurrió a Sobejano, Mario Pellón o Enrique Martínez. Jairo Arozamena no pudo participar en la fase final.
El curso llegaba a su fin en Primera categoría con la reedición de la final del Campeonato de España, un cara a cara en el que de nuevo iba por delante Víctor y en el que, esta vez, Carlos no dio opción a la remontada. El todavía jugador de Andros repitió su juego de cuartos de final, no descendió su ritmo de juego y se marchó de la Tacita de Plaza con el buen sabor de boca de acabar la temporada ganando. En total 140 bolos, frente a los 120 del de Peñacastillo, que dejaron claro que pese a las fechas tardías del curso los jugadores todavía tienen gasolina en sus músculos.
Un día más tarde de lo esperado, con un trabajo ingente de organización, árbitros y jugadores y con la maldición de una lluvia que ha hecho estragos durante el año, pero al final la Casa Cantabria de Cádiz cumplió con los bolos, con el acercamiento a Cantabria y con el buen trato que siempre dispensa a todos los desplazados desde la región. Chapeau por ese trabajo. Por esa ilusión de no perder lo suyo.
Una traca final que pone punto y final al 2024, un año dominado por Víctor, en el que Carlos ha demostrado que, ahora mismo, es su mayor oponente y que debería servir para reflexionar acerca de un calendario que, obstruido por la lluvia, ha obligado encajar muchos torneos fuera de fecha.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.