Francisco Rucandio golpea primero

Pese a ser la primera jornada, en la que sobre el papel es el turno de los bolistas que menos opciones tienen de llegar lejos, la tarde se abrió con dos campeones de España, Rubén Haya y Lolo Lavid. El de Peñacastillo es uno de los que apunta a llegar lejos, un bolista que ganó su último título en 2016, que vive una segunda juventud a nivel de peña y que se plantó con 73 bolos a raya alta. El camargués aceleró con una mano de 21 en la que había abierto con una bola blanca y se estancó de tiro largo para un registro final de 133 (con un pitonazo de cierre) que le mete con opciones de, si no falla, superar el corte de octavos de final. Lolo, por su parte, realizó el concurso a la inversa. Discreto con la raya alta, especialmente a la mano, los dieciocho metros fueron un bálsamo para un competidor que también estará en la siguiente ronda con sus 132 palos.

La primera vuelta de un Campeonato de España siempre está dominada por los nervios, la responsabilidad y las apuestas sobre el corte. La bolera, como toda la semana, ayudaba a la hora de no mandar las bolas al tablón en caso de que llegasen a la caja templadas, aunque los birles al medio estaban a la orden del día. Los 118 del pasado curso parecían una cifra escasa para el nivel de los bolistas sobre el corro, por lo que el objetivo de los participantes era, al menos, superar la media de 120. Un número que, a medida que avanzaba la tarde, era cada vez mejor.

Viejos amigos y consolidados hace tiempo en el pelotón de aspirantes a podio en Primera, Alfonso Díaz y Fran Rucandio realizaron la primera parte del concurso como si fueran gemelos. El de Casa Sampedro derribó uno más en la cuarta, el de Comillas lo había hecho en la segunda y, a raya alta, el total de ambos era de 72. Es decir, rumbo al liderato. La hermandad la rompió el santanderino en la séptima mano, cuando estacó para lograr un emboque limpio que le catapultaba en la clasificación. Rucandio estrenó paternidad con una bolada de 145 bolos que le deja como un sólido candidato a estar entre los mejores. A su lado, Díaz recuperó en la octava tirada lo perdido en la séptima para finalizar con 134. Cuarto el pasado año, será otro a tener en cuenta.

Tras el descanso de media tarde el nivel de madera derribada bajó considerablemente. En algún caso, como el de Vicente Diego, fueron las bolas quedas las que impidieron que su registro tomara vuelo. A Isaac López le pesó demasiado tener que birlar casi todo el concurso desde el fondo de la bolera, mientras que los encargados de cerrar la tarde, Mario Ríos y Alberto Díaz, tampoco pudieron acercarse al líder. pese a que el de Quijas embocó en la cuarta tirada. Sólo Pablo Lavín, muy bien a la mano e irregular al pulgar, estuvo a la altura de los mejores y, con 132 palos, se colocó quinto. Los bolistas con licencia de otras territoriales tampoco pudieron brillar esta vez, logrando el mejor registro, con 112 bolos, Luis Gerardo Saiz.

Esta tarde la jornada también empezará a las 15.00 horas. Serán los hermanos Carlos y David Gandarillas los encargados de abrir una jornada en la que la traca final llegará a partir de las 18.30 horas con la presencia de Óscar González, que compartirá tirada con Javier del Rivero. A partir de ahí llega el resto de favoritos, con Jesús Salmón, Carlos García y Víctor González a la cabeza. Será la primera oportunidad para medir fuerzas, un choque de trenes en el que nadie va a ganar el torneo, pero en el que alguno le puede perder. Y es que una queda, un mal birle o una mala mano pueden ser decisivas en una cita de tanto nivel y con marcas tan ajustadas.