Iris Cagigas recupera sensaciones tras el Regional y se impone en El Verdoso

El torneo era el primero del circuito en disputa tras el Regional del pasado domingo, aunque la flamante campeona, Marta Castillo, no era de la partida. En un estadio, el de El Verdoso, que pese a los problemas de La Carmencita mantiene su categoría y su porte, Natalia García marcó el primer corte de cara a avanzar a la final, toda vez que, como es habitual en la categoría, el torneo se dirimía sin semifinales. La joven jugadora de Camargo derribó 129 palos en un concurso que compartió con Miriam Velarde, que se quedó un bolo por debajo.

Una buena cifra que, dado el nivel de la categoría, apuntaba a baja de cara a llegar a la última fase. Y eso que el corro santanderino es de los exigentes, de los que pide el carnet a jugadores y jugadoras a la hora de hacer bolada.

Con todo, Rebeca Bustara rompió la tarde con un concurso de 153 palos que le catapultaba directamente a la final. Y es que dentro de la tónica de la categoría y con sólo dos bolistas en la final, tirar primero sin saber la cifra a batir y sin referencias de las rivales puede ser una ventaja.

Su rival en la final iba a ser Iris Cagigas, que recuperó la solidez habitual para plantarse en los 146 bolos. Laura Abascal tuvo esa marca en su mano, en concreto en la última bola, que se llevó el primero limpio cuando necesitaba un panojazo. Antes, de tiro, a la de La Cavada se le había colado un lanzamiento entre uno y dos. El desempate fue otro duelo de poder a poder entre dos de las mejores del curso, cuatro manos que se decantaron a favor de la de la Bolística por tan solo dos bolos. No tuvo suerte en la primera fase del concurso Noemí Pelayo, flamante subcampeona de Cantabria, que perdió una bola en la caldera en la segunda tirada y, a partir de ahí, no se encontró cómoda y no pudo desplegar su mejor juego.

Junto a Abascal realizó su tirada de cuartos Sara Liaño, que derribó un total de 129 bolos y no pudo repetir su éxito de las tiradas previas.

Con siete palos de ventaja arrancó una final en la que Iris fue un ciclón. Bustara había ido de menos a más en su concurso de cuartos, pero en la final vio cómo delante suyo tiraba una apisonadora que demostró que el tropezón en los cuartos del Regional está superado y que llegó a los 153 palos para llevarse un concurso más esta temporada.

La acción volverá al Verdoso el próximo viernes con la disputa del Memorial Marcelino Ortiz Tercilla, una cita que rinde homenaje al que fuera cronista de El Diario Montañés durante más de tres décadas. Sin duda, un torneo especial.