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La Semana Bolística 2023 va, de momento, de romper mitos. De espantar maldiciones, de quebrar el mal fario a base de golpear la madera una ... y otra vez. Lo hizo Víctor González en el Torneo del Millón y lo logró ayer Iris Cagigas, que cada Campeonato de España se enfrentaba a un aura inexplicable que le hacía quedarse fuera del título. En la tarde en la Santiago Galas la de Cubas se transformó en la de los regionales, en la jugadora que mejora su juego cuando más le hace falta, para llevarse su segundo título Nacional al imponerse en la final a Marta Castillo.
El gran mérito de Iris es resucitar siempre en el momento adecuado. En cuartos de final estaba tocada. Con sus rivales machacando la caja, ella llevaba tan sólo más uno en cinco manos, y fue ahí cuando enfocó la mirada en los bolos para derribar 27 y cambiar el tono de su concurso y su campeonato. A partir de ahí el juego fluyó y, una vez en la final, su carácter ganador hizo el resto. Es el segundo título de España para la jugadora de la Bolística tras el logrado en 2016.
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Con las ocho primeras en 26 bolos, en una categoría tan igualada y con jugadoras tan capaces de hacer registros elevados al comienzo de la tarde el pronóstico era incierto. Incluso Naomi Solórzano, la que alzó el telón de los cuartos, tenía opciones de llegar a las primeras plazas. Fue su compañera de concurso, Bustara, la que marcó el ritmo con 142 palos para obligar al resto a no fallar si querían pasar de ronda. Con Noemí Pelayo y Judit Bueno descartadas para el podio tras perder sendas bolas en la caldera, llegó el turno de la sensación del torneo. Lucía Terán tiene quince años, descaro y un temple que hacen que sea la más firme promesa de la categoría. Aupada con las mejores gracias a su buen hacer en las dos primeras vueltas, una bola queda en la tercera tirada lastró sus opciones de entrar en semifinales. La de Sobarzo necesitaba 137 palos para superar a Rebeca Bustara, 26 de ellos en una octava mano en la que buscó el cachi en un lanzamiento final que se le fue demasiado largo. Con todo, un gran campeonato el suyo.
Junto a Terán compitió Laura Abascal, que tomó el mando del campeonato con cuatro bolos de ventaja sobre Bustara. Remataron la primera ronda de la tarde las dos mejores de la primera jornada, Iris Cagigas y Marta Castillo, que sin jugar a un alto nivel mantuvieron el liderato y su duelo particular. Antes de empezar las semifinales, las cuatro protagonistas estaban en apenas once palos.
La encargada de abrir la traca final fue Rebeca Bustara. Una explosión de juego y madera, de acertar con el primero de subida y de escasos fallos birladores que terminó con 151 bolos y el encargo de ser la que marcaba el corte para la final. La cifra pudo ser mayor incluso, pues su segunda bola de la última mano cayó sobre el primero y se quedó cerca de embocar. Sí logró el acierto supremo Laura Abascal, que había perdido una bola en la caldera y llegó a los 140.
Iris y Marta iban a 142 y 141 respectivamente para superar a la de Mazcuerras. Un reto, una obligación, inasumible para muchas y asequible para dos jugadoras que, como si se hubieran puesto de acuerdo, firmaron tablas antes de arrancar la final. El primer mordisco lo dio Cagigas en la apertura, cuando se puso ya nueve bolos por delante. El carácter y pundonor de Castillo le impidieron despegarse durante el primer tramo, hasta llegar al ecuador de la final con una ventaja de siete bolos para la de Cubas.
Fue en la sexta mano en la que el campeonato empezó a decantarse. Iris metió otro mordisco, este de cuatro bolos, y dejó su ventaja en once con doce bolas en juego. Apretó la corraliega en la séptima con 21, pero su rival respondió e igualó la tirada, lo que dejaba la esperanza de Marta a tiro de emboque. Estacó con la segunda bola, aunque no tuvo fortuna. Las lágrimas aflojaron en el rostro de Cagigas cuando subía hacia su último birle, Los sinsabores de Nacionales pretéritos quedaban lejos y el título era de nuevo suyo. Esta vez, el Campeonato de España femenino viajaba a Cubas.
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Ana del Castillo
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