La juventud de la Bolística va muy en serio

En Torrelavega se veían las caras dos de las partidas que mejor juego han practicado en el estreno del curso. La Bolística, cierto es, ha brillado más en su bolera, un terreno donde ayer recibía a un conjunto de La Rasilla que llegaba tras avasallar a J. Cuesta hace seis días. Los de Marcos Sobejano dieron el primer aviso en la apertura, cuando de diecinueve metros se defendieron de subida y, posteriormente, dos birles seguidos de cuatro al medio salidos de las manos de Ángel Pellón y el capitán les permitieron cerrar y ponerse por delante. Si el primer parcial se había dirimido al pulgar, el segundo se decidió a la mano y, en el mismo, La Rasilla devolvió el golpe de una manera similar, con una subida cumplidora y con una bola clave, un golpe del portador del emboque, Ico Núñez.

El pulgar era cosa de la Bolística y la mano de La Rasilla, lo que llevó el choque a una igualdad que se acabó en un sexto chico muy irregular en el que, en dos tiradas, los de casa rompieron el saque de su rival para quedarse con los dos puntos. Fue un parcial malo, muy malo, por ambas partes en la primera tirada y en el que, de segundas, los torrelaveguenses no dieron opción a los corraliegos.

Completaba la jornada en Maliaño la reedición de la final de la Copa Apebol entre Camargo y Comillas, un encuentro que acabó con triunfo camargués. Desde ese día de inicios de marzo poco ha cambiado la situación de ambos conjuntos, los locales mantienen su irregularidad, especialmente lejos de casa, y los comillanos su buen tono, pese a desperdiciar dos parciales de ventaja ante Casa Sampedro el pasado jueves. El partido sólo tuvo un color, el de los capitaneados por Jesús Salmón. Tocados por lo ocurrido la última vez que saltaron a la arena, los foráneos no estuvieron a gusto en ningún momento y, para colmo, se encontraron con una partida que en El Parque lo ha ganado todo.

La única opción que tuvieron los de Comillas fue en el arranque, cuando desde dieciséis metros lograron cerrar con 44 palos. Camargo estaba en su distancia, en su mano y no falló a la hora de matar una jugada que trazó las líneas básicas de lo que iba a ser el partido. En el segundo, con el emboque al pulgar y también desde la distancia media, un emboque sobre la diagonal de Gabi Cagigas llevó a los de Maliaño al banquillo con 59 bolos en el zurrón y a los de Nacho Migoya al tiro con la necesidad imperiosa de un acierto que no llegó.

Lo intentó Comillas de tiro largo, desde los diecinueve metros, pero la tarde era de Camargo, que, sobrado, cerró de postre para sentenciar en el siguiente parcial al derribar a bolos un palo más que su rival, que había logrado embocar. Seria victoria camarguesa para apretar la cabeza de la tabla y paso atrás de Comillas, que pese a la derrota se mantiene en buena posición liguera.