Laura Abascal y Carlos García repiten en el Marina Solidaria

Disputada la primera fase a cuatro manos, el buen ambiente fue la nota de una tarde en la que a algunos bolistas se les notó la inactividad. Defendían título Laura Abascal y Carlos García, que partían como grandes aspirantes a llevarse una cita que congregó a un buen número de aficionados en el recinto de Marina de Cudeyo. El corte para pasar a la final, a la que accedían los dos mejores registros, se elevó en el primer concurso de la tarde por culpa de los 136 palos de Alberto Díaz y Rebeca Bustara.

Con música de villancicos procedente del pabellón anexo de fondo saltaron a la arena las parejas favoritas para hacerse con el triunfo. El registro a superar, por detrás del de Alberto y Rebeca, eran los 123 de Santi Guardo y Blanca Gandarillas, por un lado, y Néstor Viar y Candela Estrada, por otro. Sólo Noemí Pelayo y Adrián Díaz se acercaron al liderato antes de que los defensores del título desplegaran el mejor juego de la tarde, tanto de tiro como de birle, para tomar la delantera y plantarse en la resolución del torneo tras derribar 147 palos.

Antes de iniciarse el tramo decisivo la peña local rindió homenaje a Miriam Velarde y Ángel Lavín, que saltaron al corro por última vez en su carrera. Los rivales de Abascal y García en la final iban a ser Rebeca Bustara y Óscar González, toda vez que Alberto Díaz no pudo quedarse hasta última hora de la tarde. El cara a cara iba a ser un duelo de pistoleros, una resolución al mejor de dos chicos sin cierre, es decir, a una tirada. El primer parcial cayó del lado del Junco y la de Mazcuerras, que no acertaron a sentenciar la contienda en el birle del segundo. La resolución fue de tiro largo, con la raya al medio y el emboque al pulgar y cayó del lado de Carlos y Laura con un panojazo de la de La Cavada y con suspense hasta los últimos instantes.

Con todo, y más allá de lo ocurrido sobre el corro, la mejor noticia de la tarde fue la de las mesas dispuestas por la peña Orejo repletas de alimentos y productos para Marina Solidaria. Legumbres, leche, jabones, aceite, postres, pañales y multitud de donaciones más que ponen de manifiesto que los bolos, a la hora de arrimar el hombro, siempre responden. Ocurrió en Sarón a principios de mes, ocurrió en Loredo hace una semana y ayer Orejo, un año más, respondió a la llamada de la ayuda en las fechas finales del año.