Lolo Lavid es el maestro

El rival a batir era Víctor González, aunque el defensor del título era otro González, Óscar, que había ganado tres de las cuatro últimas ediciones. El trofeo del torneo era el aliciente del evento, ya que la selección nacional, conformada por Víctor, Óscar, Carlos García y Manuel Domínguez ya estaba definida.

Con la madera puntuando hasta la última bola, los primeros en saltar al corro fueron Federico Díaz y Lolo Lavid, que llegaba al evento tras ser medalla de bronce en el Nacional. Tanto el de Los Remedios como el de Las Fraguas completaron un buen concurso para, con 132 y 127 respectivamente, empezar a imponer una obligación a los favoritos.

Y es que sus dos registros eran de los duros en un corro que no regala nada y en el que pincharon tanto el vigente campeón como Víctor, que no superaron el corte de cuartos de final. El mismo lo marcó Carlos García, que con 122 bolos se metió en seminales y que con un emboque en la última tirada de la penúltima ronda igualó con Lavid en la pelea por el pase a las ocho manos decisivas.

Los 255 bolos de los bolistas de Andros (que pertenecen a los de Las Fraguas pero no han jugado con ellos) eran la marca a batir, pero la dureza del curso pasó factura y Jesús Salmón se cayó primero en una semifinal en la que apenas pasó de los 117 bolos. Sí superó el corte Fede Díaz con 130, lo que obligaba a un desempate que finalmente no se dirimió debido a una lesión de Carlos, que acusó la carga de concursos en el tramo final de curso.

En la final, Lolo Lavid tiró de veteranía y de pulgar y, pese a una nula, remontó la desventaja para hacerse con el torneo.