¿Qué pasa con Carlos García?

El caso Carlos estalló hace tres semanas. La mala trayectoria del equipo, los problemas internos y unas declaraciones en el programa a Raya Alta de Onda Occidental del jugador zurdo dinamitaron una temporada que ya se avecinaba dura en Andros La Serna. Fueron días de rumores, de reuniones, de disculpas y, al final, siete días después, de un acuerdo que dejaba al santanderino fuera de la partida durante el resto de la campaña, aunque seguirá tirando concursos y campeonatos con la peña del Valle de Iguña. Una decisión salomónica, al final quizá incluso buena para ambas partes, que acababa con la etapa de cinco años del bolista en Las Fraguas.

A partir de ahí las miradas se trasladaron de El Carmen a El Parque. Automáticamente a Carlos le colocaron la elástica de Camargo, peña en la que ya militó durante seis temporadas en dos etapas y en la que un familiar suyo es parte activa de la directiva. El capitalino reconoce que hubo una conversación informal con el mandatario de los de Maliaño, pero nada más, y que desde entonces no se han vuelto a reunir para discutir la posibilidad de que en 2025 el zurdo acompañe a otro zocato, Mario Pinta, a Gabi Cagigas o a Néstor Viar, jugadores confirmados en tierras camarguesas para el próximo curso.

El pequeño acercamiento con Camargo ha sido el único del jugador, que pasada la tormenta sigue sin peña y dispuesto a escuchar ofertas. Dado que los rumores, que en los bolos tienen casi peso de ley, daban por hecho su fichaje, ninguna otra peña ha dado el paso de contactar con Carlos. Condenados a entenderse, la posible incorporación del jugador choca con la conformación de la plantilla de Maliaño para el próximo año. Además de Pinta, Cagigas y de la llegada de Néstor, Rubén Rodríguez continuará en Cros, mientras Castanedo no se plantea relevar a Alberto Díaz o Gonzalo Egusquiza. Uno, en teoría, saldrá debido al fichaje de Viar, pero no porque sea el mandatario el que se lo imponga. Por su calidad, deportiva y humana, desde luego que ofertas no les faltarán, aunque el deseo de la peña es contar con ellos.

Con este panorama, Carlos asegura tener el teléfono abierto para escuchar ofertas. Los días pasan, el momento álgido de los fichajes de cada año se acerca y todos los bolistas pelean por asegurar su futuro. Con Peñacastillo o Borbolla completos, la Bolística o Riotuerto aparecen como las peñas más poderosas para postularse por su fichaje. Por ambas ha pasado el zurdo, con cierta polémica en la segunda de ellas, y en el caso de los del Besaya buscan un bolista para sustituir a Néstor Viar. A orillas del Miera, de momento, el futuro de los cinco jugadores es una incógnita.

Cuarto en el circuito de bolos el pasado año, subcampeón regional en 2022 (perdió el título ante Óscar González con la última bola) y segundo en el Nacional en 2019 después de Víctor González, Carlos es, a sus 44 años, un jugador de una calidad indiscutible que arrastra, eso sí, fama de jugador polémico, quizá porque acostumbra a no callarse sus opiniones y pensamientos. Carácter y alto nivel a partes iguales que, por encima de todo, es un valor seguro dentro de una partida de División de Honor.