La pesadilla termina con final feliz

Allá por el mes de abril, cuando la peña era un polvorín tras la salida de Carlos García, pocos aficionados en el Valle de Iguña pensaban que, apenas cuatro meses después, la temporada iba a tener un final feliz para Andros. Los de Las Fraguas se llevaron ayer la Copa Federación Española después de imponerse a la Bolística por 1-4 en un partido en el que, además, espantaron los fantasmas que les han perseguido durante todo el año.

Y es que, esta vez, el alto nivel de juego que tiene en la partida apareció en los momentos clave. Que había que birlar 27 palos con una bola menos en el primero, se birlaban. Que había que embocar en el segundo después de una de esas desconexiones que tantos disgustos les han dado, Pedro hasta la bola. Justo lo que les había faltado todo el curso aparecía en el tramo final.

Hasta el 0-2 la Bolística no estaba haciendo mal partido, había cerrado en la apertura y se había quedado a un sólo bolo de repetir en el segundo. Quizá ese fue el error, su condena, un perdón que, ante determinados equipos, es un pecado. Desaparecidos en el tercero, los jugadores de la Decana tiraron de carácter para, con un emboque de Néstor Viar, meterse en el partido en un cuarto chico en el que Andros había vuelto a dar muestra de su eficacia birladora.

El quinto chico fue una cosa rocambolesca. Desde veinte metros, Andros sacó siete de primeras para, tras no acertar su rival, ir a ganar a 24. Ahí llegó el miedo, el viaje a ninguna parte, para subir seis y no ser capaces de cerrar el partido con una última bola de uno de Jesús Salmón. La dinámica había cambiado y, pese a que la Bolística no acertó en el final del birle, mandó de terceras a ganar a 38. La subida fue de diez, el inicio de la bajada irregular y, cuando el partido se encaminaba al sexto parcial, apareció el genio de una partida que, por fin, pudo celebrar.

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