Pontejos y Casa Sampedro parten como favoritos en la Primera Categoría

Una Liga con calidad desperdiciada por la división de los mejores en dos grupos diferentes y que se pone en marcha hoy mismo con un partido del segundo grupo, el que enfrentará en Sarón al filial de Sobarzo y a Pámanes, un partido de pronóstico incierto y en el que entra en liza uno de los aspirantes al ascenso, un cuadro visitante reforzado con Alberto Ceballos y que, mientras no tenga que jugar con Riotuerto, también contará con David Abascal. Los de Penagos, por su parte, presentan a una promesa cada vez más realidad, Javier Esquinas, y bolistas habituales de División de Honor como Mario Ríos.

Con todo, el favorito para llevarse el grupo es Casa Sampedro. Los de Torres quieren volver por la vía rápida a la élite y para ello han fichado a dos veteranos como Roberto de Juana y Jesús Soberón, que se unen a David Cianca y Álvaro Laso con la vista puesta en no perder el tren del ascenso. Otro club histórico, La Carmencita, regresa a Primera con, precisamente, dos ex de Sampedro en sus filas, Jaime Ríos y Javier Platas.

En una Liga tan corta el margen de error es mínimo y cualquier fallo se paga. Por eso todos los partidos cobran especial importancia, aunque sea el estreno. En el grupo 1 la competición arranca con un choque de trenes, el que mide a Mali con Pontejos. En un día especial en el que se inaugurará la nueva cubierta de la bolera de Arce, los de Marina de Cudeyo llegan ya con la responsabilidad de ser los favoritos para ganar su Liga. El cuadro local, con Javi Puente como capitán y Javi García, Jairo Expósito y Óscar García como escolta de nuevo cuño, debería estar en los puestos altos.

Su competencia estará en otros dos nombres históricos, los de Gajano y Oruña, aunque, como ocurrirá en el 2, la guerra más cruenta llegará por evitar el descenso. Cuatro de los diez equipos de cada grupo estarán involucrados en una carrera de media distancia para librar una promoción en la que el resultado es una moneda al aire.

No es la Primera soñada, ni mucho menos. No se tira desde los diecinueve metros, vale. Pero la categoría más entretenida del mundo bolístico todavía tiene recursos para ser atractiva y poner sobre la mesa un duelo de peñas grandes, modestas y aspirantes a dar la sorpresa.