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La División de Honor empieza con emociones fuertes. El vigente campeón de la competición y gran favorito para reeditar el título, Peñacastillo, cayó ayer ... en su estreno por 4-2 ante La Rasilla en un partido en el que los de Cañas no se adaptaron al estado de la bolera corraliega y en el que las bolas quedas mermaron demasiado el rendimiento visitante. En el resto de la jornada, Borbolla, otro de los gallos, se dejó remontar un 0-3 en Sarón ante Sobarzo, Los Remedios le devolvió a Casar la derrota en el partido de Apebol con un contundente triunfo a domicilio y J. Cuesta salió triunfador del duelo ante Comillas.
Las condiciones de la bolera de Los Corrales marcaron el duelo entre La Rasilla y Peñacastillo. Con las estacas defectuosas (se cambian esta semana) y mucha arena en la zona de la caja, en cuanto la bola tocaba el primer bolo se frenaba en seco, algo positivo con raya al medio y un martirio con raya alta. El que mejor se supo adaptar a las condiciones del piso fue el cuadro local, que bordó el juego de tiro corto con raya al medio y que, cuando los de Cañas viraron el cachi a la mano y elevaron la raya, tuvo el acierto de embocar en el sitio. Para entonces los jugadores capitalinos estaban desesperados, especialmente Víctor González, hasta el punto de que no birlaron las dos últimas bolas de la segunda tirada del epílogo pese a ser mano. Fue el remate de un partido intenso y extraño en el que La Rasilla, de postre, no había cerrado pese a embocar Pablo Lavín con sus dos primeros lanzamientos.
Tampoco el subcampeón de 2024, Hermanos Borbolla, supo ganar en Sarón a Sobarzo. Y eso que se anotó los tres primeros parciales con un juego irregular, sobre todo en el primero, pero efectivo de birle. Claro que a los de Penagos nunca es fácil ganarles. Ajustaron conceptos, tiraron de oficio y revirtieron el resultado de un encuentro que terminó con un gran birle local para certificar la igualada.
Terminada la primera jornada el líder es Los Remedios, única partida en dejar el casillero de chicos en contra a cero. Hace apenas dos semanas, en la semifinal de la Copa Apebol, Casar les había pasado por encima, pero ayer los de Muslera devolvieron la moneda tras irse a veinte metros -que no se podían poner en Copa-, cerrar de mano a bolos con una bola menos en el primer parcial y arrastrar el buen juego hasta el cuarto, en el que remataron con un emboque de valor veinte de Pepín Alonso.
Cerró jornada otro encuentro en el que la acción de trasladó a bolera cubierta, en este caso a la Severino Prieto. Buen partido entre J. Cuesta y Comillas en el que los de Cerrazo estuvieron mejor de birle para ser capaces de remontar la ventaja comillana y apuntarse los primeros dos puntos del año en su casillero.
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