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Propios, no propios y canteranos. En el remo decidieron hace más de una década establecer un sistema de cupos para impedir que, por mucho potencial económico que tenga un club, no pueda fichar una tripulación nueva cada año. Una propuesta similar es la que la ... Peña Rebujas le ha traslado al director de competiciones de la Federación Cántabra de Bolos, José Luis Campillo, en busca de frenar el descenso de peñas en un torneo que este curso cuenta con nueve competiciones.
De esta manera, cada partida tendría que contar con un número mínimo de canteranas y un número máximo de no propias. Si los criterios se asemejan a los del deporte de la trainera, canteranas serían aquellas que sacaron la primera ficha con ese club, propias las que llevan o han estado al menos tres años en una peña y no propias, el resto. Es decir, cada conjunto solo podría incorporar un determinado número de bolistas cada temporada.
La propuesta cuenta con la nota positiva de que serviría para fomentar la cantera y obligaría a algunas peñas, que no tienen escuela de la que tirar, a no cambiar de jugadoras durante algunos años. Desde Rebujas, creadores de la idea, creen que el planteamiento es «la mejor forma de que la categoría crezca y que todas los clubes apuesten por la cantera».
Además, desde el Valle de Buelna apuntan que es una manera de proteger la competición «ante la situación de la Liga y la posibilidad de que los equipos más humildes desaparezcan porque uno grande les lleve jugadoras».
La pelota está ahora en el tejado federativo, que será el encargado de estudiar su viabilidad y de trasladársela al resto de componentes de la Liga.
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