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Riotuerto quiere llegar lejos esta temporada. Los de La Cavada vencieron ayer en uno de los feudos más complicados de la Liga, el de Casa Sampedro, y es tercero a tanto solo dos puntos de Camargo con un partido menos, el que los de ... Maliaño disputaron ayer en Noja.
Y es que una vez más la Apebol cometió ayer un error, el de sacar fuera de la jornada un partido que, si bien ya ha dejado de ser el referente de la categoría, siempre tendrá un sabor especial. Borbolla y Camargo se vieron las caras en Noja en un duelo correspondiente a la decimotercera jornada (la actual es la undécima) con la sensación de que si la competición quiere ser el referente de los bolos tiene que respetar las fechas señaladas en el calendario original, por mucho que ambas partidas pactasen la fecha al comienzo de la campaña.
Sobre la arena, empate, alternativas y varios emboques por cuadrilla que repartieron los puntos en un envite que deja mejor parado a Borbolla, que mantiene su racha sin perder. Camargo, por su parte, da un pasito más atrás en su pelea por el título.
El drama del descenso pasaba por Ontoria y Cerrazo. En la cubierta Santiago Galas se vieron las caras Casar, que atravesaba una mala racha, y Mali, que llegaba tras ganar el día anterior a Ribamontán en Copa en lo que era un soplo de aire fresco en una temporada repleta de mala suerte. Los de Arce hurgaron en la herida de los de Cabezón, que siempre fueron a remolque de un rival que supo minimizar errores para sumar su segunda victoria del curso y, pese a estar todavía lejos, meterse en la pelea por la permanencia.
En Cerrazo la Bolística volvió a la senda del triunfo a costa de J. Cuesta tras un partido de registros bajos, cambios tácticos y estratégicos y en el que sobrevivió el menos malo.
Antes y en sesión matinal Riotuerto daba un nuevo paso al frente para consolidarse en la tercera plaza. Los cañoneros superaron en la Severino Prieto a Casa Sampedro, que agota las horas en busca de mantenerse vivo con una nueva directiva y que empezó el duelo golpeando primero. Fue un espejismo, un entremés antes de que los de La Cavada se pusieran el mono de trabajo y, con emboques y buen juego en dos parciales y con dos grandes birles en los otros dos, no dieran opción a que los puntos se quedasen en Torres.
Más duro, largo y enredado fue el duelo que se jugó a la misma hora en la Cundi Ceballos, sobre todo en sus tres primeros actos. Un encuentro con muchos emboques en el que La Rasilla y Ribamontán firmaron tablas tras más de dos horas de juego.
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