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Cuando Ramón García y su sempiterna capa dan cada Nochevieja la bienvenida al año nuevo quien más quien menos expresa sus deseos para el periodo que comienza. Ponerse en forma por aquí, ser más ordenado por allá y, como nexo común una petición: salud. ... A nivel deportivo, que un equipo tenga salud puede suponer una delgada línea entre el éxito y el fracaso, entre tener una gran temporada o tener que sufrir un curso de agonía y sufrimiento. Si alguien tiene dudas de lo que supone empezar una campaña con jugadores lesionados puede preguntar en Los Remedios, donde en los dos últimos años han tenido que reinventarse por culpa de la lesión de dos bolistas clave justo antes de empezar la Liga.
«A la temporada le pido, sobre todo, que no haya sobresaltos, que nos respeten las lesiones, y ya después que libremos las dos últimas plazas de la clasificación» confiesa José Manuel Díaz, presidente de los de Muslera. «Y puestos a pedir, ya en última instancia, el objetivo es meternos entre las siete primeras plazas que dan derecho a jugar la Copa Federación». Unos objetivos modestos, de los de ir construyendo paso a paso, grano de arena a grano de arena, acordes a una peña humilde en lo económico, pero grande en organización y actividad.
Lel reconoce que mirar más arriba en la tabla «entra dentro de lo posible», sobre todo después de estar cerca de colarse entre los mejores después de los avatares vividos. Y es que en 2022 Isaac Navarro fue operado un mes antes de iniciarse el curso, por lo que fue Edu Herrera el que tuvo que saltar al corro, mientras que el pasado curso fue Carlos Gandarillas el que, con problemas de espalda, apenas pudo tocar las bolas, lo que obligó a la entidad a fichar 'in extremis', a Cristian Lavid. Pese a los problemas, dos holgadas permanencias hacen al mandatario ser optimista. «Hay peña para estar arriba, necesitamos empezar bien». Sus dos subcampeonatos ligueros, en 2018 y 2020 así lo atestiguan. Si arrancan con acierto son un conjunto peligroso para sus rivales.
Dentro de esa trayectoria será clave Carlos Gandarillas, que en los primeros entrenamientos ha demostrado que está recuperado de su dolencia. «Está bien, al nivel de los compañeros. Ha bajado un poco de peso, está siguiendo un tratamiento de acupuntura y estará para el comienzo de temporada». El de Sobarzo es el puntal de una plantilla que completan, como en los últimos años, Federico Díaz, Isaac Navarro, Luis Vallines y Edu Herrera. Pocas novedades sobre la arena, lo que ayuda a mecanizar tácticas y entender más fácil para un equipo que, más allá de lo que pase en los partidos, camina unido fuera de los corros.
Pero Los Remedios es mucho más que la peña de División de Honor. En Muslera cuentan con una peña femenina, cuyo objetivo también pasa por pelear la Copa Federación. «Este año la Liga va a tener cuatro jornadas más, eso es una buena noticia. Nosotros tenemos una partida muy joven, quedar entre las siete primeras sería una buena campaña». Semifinalistas de Copa el pasado año, la política de cantera de los de Lel Díaz se extiende a la Escuela de Bolos de Astillero-Guarnizo, que ha sido la encargada de estrenar la nueva caja colocada en la bolera de Muslera. «Los niños y niñas que vienen han crecido, este año sacaremos dos equipos y, por supuesto, seguiremos organizando el Concurso de San Pedro de categorías menores».
División de Honor, féminas y categorías de base, tres pilares para el sostenimiento de los bolos en Guarnizo que, a medio plazo, darán el salto a la bolera cubierta que se proyecta construir en Astillero. Una vieja aspiración de la directiva que encabeza Lel y, que seguramente, le obligue a mantener al frente de la entidad hasta ver culminada su obra. La ocasión lo merece.
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