Víctor González hace buenos los pronósticos y gana el San Ginés en Colindres

Otro más. Víctor González sumó ayer un nuevo triunfo más este curso al imponerse en el Torneo de San Ginés disputado en La Venta de Colindres, un evento aplazado hace algo más de un mes y en el que dominó de principio a fin. El bolista de Peñacastillo fue el mejor en cuartos, en semifinales y superó por 3-0 en la final a Luis Vallines, que demostró que es uno de los mejores jugadores el tramo final de campaña y que, el próximo año, será uno de los ases a seguir desde las primeras competiciones.

Damnificado por la lluvia del mes de agosto (bendito verano cántabro), el torneo se tuvo que detener cuando se llevaban disputados tres cuartos de final y faltaban por tirar su concurso Miguel Hernando y el gran favorito al triunfo, Víctor González. Hasta ese momento dominaba Luis Vallines, que con 132 bolos tenía seguro ya el pase a semifinales, al igual que Alberto Díaz, que acumulaba 124 palos después de repetir de tiro largo sus prestaciones con la raya alta.

Con quince bolos en dos tiradas, primera y quinta, Miguel Hernando tuvo que afinar en el resto de sus manos para colarse la semifinales. El de Riotuerto supo recomponerse después de cada pinchazo con 21 palos en la segunda y en la sexta tiradas, lo que unido a su regularidad de tiro y birle le colocó con 128 bolos. Es decir, tercero en la tabla. Y es que a su lado Víctor se encargó de dejarse encarrilado no sólo el pase a la siguiente ronda, sino también el avance a la final. Con una queda, el de Peñacastillo tomó el mando del concurso con 142 bolos, lo que le dejaba en el buen camino para lograr un torneo que se iba a decidir a corro libre.

Díaz y Hernando tenían la labor de derribar muchos bolos para poner en apuros a Vallines y Víctor, los líderes y favoritos para llegar a la final. Con el gancho desde la primera mano, con la obligación de no fallar para tener opciones, a raya alta era el de Quijano el que mandaba con 70 bolos. Un pequeño pinchazo en la sexta mano no freno una progresión que terminó en los 130 bolos. Alberto, mal de tiro y acertado de birle, se quedó en 122.

Con 127 por delante para pasar a la final, Vallines arrancó bien, sostuvo una regularidad pasmosa de tiro (subió seis en tres de sus cuatro tiradas) y con 68 a raya alta pudo relajarse para finalizar con 135 bolos. Víctor, en otro escalón, derribó 145 con una queda.

La final era un cara a cara en el que la estrategia tenía un factor decisivo. Arriesgó Víctor colocando la raya al medio al pulgar, pero un error de birle del de Los Remedios le permitió cerrar de postre para adelantarse. Una mala primera tirada impidió que, pese a embocar, Vallines igualase dos sólidas tiradas del de Peñacastillo, lo que dejaba el título a tiro de un parcial para el campeón de España. Dominador durante toda la tarde, González remató con una gran tirada, de dieciocho metros y con dieciséis bolos de birle, después de que su rival no pasara de los quince. Para los mortales, una buena mano. Ante el ogro, insuficiente. Y es que pese a subir seis Víctor dejó dos bolas de pegar, metió la primera con seis, la segunda con cinco y, la tercera, aunque le valía con tres, repitió con cinco. Por si había alguna duda.

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