Víctor se lleva el último baile

Como ya ocurriera hace tres días, desde las primeras bolas las piernas de los aficionados colgaban al aire rozando los tablones de una bolera que siempre presenta buen aspecto a nivel de espectadores y que nunca regala nada a nivel de cutío. Habían alzado el telón Federico Díaz, instalado ya entre los habituales de las fases finales, e Iván Gómez, que sin hacer su mejor año fue subcampeón hace apenas unos días en Panes. Jugador con una tremenda calidad, sus 133 bolos le impulsaban automáticamente como rival a batir por el resto de competidores. Nunca es fácil hacer más trece, y menos en los últimos coletazos de la temporada y en un corro descubierto, lo que colocaba al de J. Cuesta con grandes opciones de jugar la final.

El torneo se disputaba sin semifinales, es decir, los dos mejores de los cuartos pasaban a la final, en la que los bolos se acumulaban de la ronda anterior. Ni Marcos Sobejano, con 118, ni Lolo Lavid, que no pasó de los 106 con dos bolas quedas, habían inquietado al líder el martes, mientras que ayer abrieron el turno de tiro Rubén Haya y Carlos García. El camargués no ha tenido su mejor temporada a nivel individual, mientras que el zurdo ha bajado prestaciones tras el Campeonato de España, lo que dejaba para el último concurso de cuartos la resolución del compañero de Iván. Un inicio tímido, con 33 bolos, no impidió que dos grandes tiradas al pulgar impulsaran el registro de Víctor, que llegó a raya alta con 73 y que mantuvo el ritmo de tiro largo para llegar hasta los 143 palos, es decir, diez de ventaja para la fase decisiva, en la que iba a tener enfrente a Iván Gómez.

Antes de la final se procedió a guardar un minuto de silencio en memoria de César Alonso, hasta hace poco alguacil del Ayuntamiento de Rionansa y vecino del pueblo de Cosio, fallecido el pasado 29 de septiembre. Los prolegómenos sirvieron, además, para entregar una placa a Juan Carlos Gómez en reconocimiento a su trabajo en la organización de un concurso cuyas últimas ocho manos ponían frente a frente a dos bolistas que llegaban tras dos trayectorias diferentes durante el año, triunfal para el de Peñacastillo y más discreto a nivel individual para el de J. Cuesta, que, eso sí, ha sido importante dentro de la buena temporada de su peña.

Iván tiraba delante, tenía que apretar para remontar una decena de palos de ventaja ante un jugador tan peligroso cuando va por detrás como cuando tiene que defender su ventaja. Nunca cejó el de Zurita en su empeño por alcanzar a Víctor, que sin embargo tampoco vio peligrar su trofeo, uno más en una temporada en la que ha triunfado en los cuatro grandes campeonatos (los dos individuales y los dos de parejas) y en casi una treintena de torneos del circuito.

Con el lanzamiento de la última bola, la temporada, más allá de competiciones amistosas, llegó a su fin en la Primera categoría en Cantabria, un curso dominado por Víctor, en el que Óscar González ha plantado cara, sobre todo en competiciones de invitación y en grandes torneos como el Banco Santander, y en el que el tramo final ha abierto el abanico de victorias, con logros para Jonathan García o Jesús Salmón, ganador en Solórzano y Panes. La semana que viene, en Cádiz, todavía tendrán los jugadores su última oportunidad.