Víctor y Haya repiten título

Más allá del formato de los concursos de parejas, el de ayer fue éxito de público. El corro de Borleña se quedó pequeño y a medida que avanzaban las manos los espectadores se tuvieron que acomodar de pie o encima del muro en lo que recordó a las tardes de bolos de antaño. A ello contribuyó el trabajo de la peña organizadora, El Picón, siempre atenta a dar nivel a una competición que tuvo una final inédita entre Peñacastillo y Los Remedios.

Para llegar a ella, en semifinales, Víctor se había encargado de mantener viva a la pareja. Y eso que, sin estar bien, Haya tiró de veteranía para agarrarse y acompañar al mayor de los hermanos González, que en las últimas cuatro manos birló 53 palos. En total 260 con una queda, que suponía la mayor bolada del torneo en Borleña y que obligaba a sus rivales a no fallar. Lo hizo Camargo, que impulsados por una gran tercera mano de 42 tuvieron opciones de pasar durante parte de su concurso, en concreto hasta que el cansancio hizo mella y les hizo bajar el rendimiento en el tramo final.

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Líderes en las tiradas clasificatorias y líderes tras los cuartos de final, Federico Díaz y Luis Vallines entraron en las ocho últimas manos con seis palos de margen sobre Víctor y Haya. Los de Los Remedios habían sido hasta ese momento, sobre todo, regulares, especialmente de tiro, lo que les permitió avanzar con ventaja al momento decisivo.

Pese a ello, en la apertura los de Peñacastillo ya habían recuperado la desventaja y se habían colocado cinco palos por encima. En el ecuador del concurso la ventaja global de Víctor y Haya era de ocho bolos, una diferencia que se amplió con el paso de las bolas hasta que, en la última tirada, Luis y Fede se lanzaron en la búsqueda de un emboque salvador que no llegó. Al final, 268 para los santanderinos, 234 para los de Muslera y un nuevo título a la vitrina de la Mateo Grijuela.