Nada cambia en la Reserva del Saja

Tres ceros y dos cupos. Con estos números, a los que se puede añadir la cifra de jabalíes abatidos durante el último fin de semana (25 ejemplares), queda patente que las cosas en la Reserva del Saja no terminan de mejorar. Salvo en el primer fin de semana, los resultados conseguidos están siendo más que decepcionantes y se sitúan demasiado lejos de lo que las expectativas marcaban, que era algo mucho más positivo. Hay muchos jabalíes y repartidos por la práctica totalidad de los montes, lo que hacía prever unas cifras de capturas mucho más elevadas de lo que realmente están siendo.

Los 125 cerdos salvajes que se acumulan en lo que va de temporada son muchos menos de lo que hace apenas un mes cabría esperar. Las excusas, las de siempre: la maleza, el calor, la falta de entrenamiento de los perros... Y probablemente sea así, pero lo cierto es que, al menos por el momento, la campaña 2018-2019 en la Reserva está siendo un fiasco. Claro está que, si se hace un poco de caso a los cazadores más veteranos, llegarán días mejores y las cacerías y sus resultados volverán a discurrir por derroteros más lógicos. Habrá que esperar algunas semanas para confirmarlo.

Por el momento, los números indican que Liébana, relegada del 'primer puesto' por Cabuérniga en el último fin de semana, recuperó el 'liderato' de la Reserva. Y lo hizo gracias a la cacería que la cuadrilla de Eloy Martínez celebró en uno de los lotes estrella de la comarca, Arabedes, al que quitaron nueve ejemplares, tres por debajo del cupo establecido por la Administración. Tres cazados por la cuadrilla de Manuel Ángel Cosío en Pámanes y otro más abatido por Manuel Herrero y los suyos en Canales completan la nómina lebaniega del fin de semana.

Cabuérniga, por su parte, conserva el tono regular de este inicio de temporada con cinco ejemplares. Tres cayeron en el lote de Vados Sur gracias al acierto de la cuadrilla capitaneada por Joaquín Herrera. Los otros dos fueron cazados en La Miña, a cargo de la cuadrilla de Manuel González, y en San Cifrián, donde actuó el grupo de Saturnino Balbontín. En la cuenca del Besaya, la cuadrilla de José Manuel González se bajó de Coo con un par de animales, mientras que la de Alberto Villegas consiguió hacerse con un ejemplar en Montequemao.

Campoo tuvo como cacería estrella la desarrollada en el monte de Fuentes Oeste, que dio el cupo de tres jabalíes gracias al acierto de la cuadrilla de Luis Felipe Martín. Por último, en la cuenca del Nansa sólo se dio muerte a un cerdo salvaje. Lo consiguió la cuadrilla de Bruno Gómez en el monte de Caviña.