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Tras dos fines de semana marcados por el confinamiento municipal y en los que sólo podían cazar las cuadrillas en las que sus integrantes fuesen del municipio en el que se celebraba la batida -muy pocas lograron cazar-, la actividad cinegética regresó a los ... montes de la Reserva al autorizar el Ejecutivo regional la movilidad entre municipios para llevar a cabo las distintas cacerías. Así, regresó la normalidad y en las 28 batidas que se celebraron, los cazadores abatieron a 63 jabalíes, una cifra algo superior a la del último fin de semana el que se pudo cazar con normalidad, el del 31 de octubre y 1 de noviembre, cuando se abatieron 47 gorrinos. La cantidad total de la temporada, siempre oficiosa, se sitúa ya cerca del medio millar de suidos, en concreto 479.
Tres cuadrillas fueron las que acertaron con el pleno en sus lotes, todos ellos de la comarca de Iguña, con un cupo de tres gorrinos. En Rodil La Bacera, la cuadrilla 25 que lidera Eduardo Quevedo atinó con los tres marranos, lo mismo que hicieron la 23 -Román Varela- en Cieza Norte y la 32, que dirige Fernando Pablo Ceballos, en el lote de El Tornillo. Cerca del cupo se quedó alguna cuadrilla en las dos jornadas, como la 18 que capitanea Ángel Visoqui. En Caviña, en la comarca del Nansa, sus integrantes abatieron a cuatro de los seis marranos permitidos.
La cifra más alta, como casi siempre, se dio en un monte de Liébana, la comarca con un cupo más alto -15- de cerdos salvajes. En Panda Carrielda, los cazadores de la 52 que dirige José Santos del Hoyo abatieron a nueve cochinos.
En el resto de batidas, la suerte fue desigual. En Cotera Oria, en Liébana, los cazadores de la 35 -Jaime Parra- atinaron con cinco jabalíes. Y con uno menos se bajaron de los montes de Poda Cordancas, Monte Cubino y Peña Salvorón los componentes de las cuadrillas 106 -Jaime Guerrero-, la 36 -Santos Gómez- y la 16, que comanda Emilio Casares. De Tejeo, en la comarca del Nansa, los cazadores de la cuadrilla 159 que manda Óscar Gutiérrez se bajaron con tres animales, de la media docena que se permite cazar allí.
Aunque la cifra global del fin de semana es buena, también hubo batidas con poca o ninguna suerte. Algunas cuadrillas atinaron con un solo animal e incluso hasta tres -una de ellas en Liébana- se fueron de vacío en el fin de semana de regreso de la caza a los montes de la Reserva.
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