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Las últimas cacerías de 2022 en la Reserva del Saja, celebradas el pasado sábado, vinieron a confirmar la que durante todo el año ha ... sido la tónica general en el espacio cinegético por excelencia de la Comunidad: unos resultados simplemente discretos que no se corresponden con el número de jabalíes que se detecta en los montes cántabros. Y es que, como ha venido ocurriendo en los meses que se llevan cumplidos de la presente campaña y en los que sirvieron para cerrar la anterior temporada, la presencia de suidos en la Reserva ha crecido de forma sensible con respecto a los años previos, mientras que la cifra de capturas no ha subido en la misma medida. Y buena prueba de ello son, una semana más, los resultados de las batidas del pasado sábado.
De las 14 cacerías que se celebraron, sólo tres terminaron con el cupo conseguido. Una en la comarca del Nansa, en donde los componentes de la cuadrilla que dirige Ángel Visoqui abatieron los cuatro animales autorizados en el monte de Caviña. Otra, en Mozagro, Cabuérniga, de donde los de Ignacio Cosío se bajaron con los tres cerdos salvajes permitidos. El último de los cupos se consiguió en la comarca lebaniega, concretamente en el lote de Arabedes, al que la cuadrilla que capitanea Emilio Casares logró quitarle la decena de suidos fijados por la Administración.
En el resto de las batidas, los resultados fueron mucho más discretos. Así, en Fonfría, la cuadrilla de Rufino Alonso se hizo con cuatro cerdos salvajes, mientras que la de Raúl Alonso tuvo que conformarse con 'tocar pelo' en su visita a Raíz Acebal. Las otras dos cacerías programadas en Liébana (Margaperas y Sobrebodia) se saldaron con sendos ceros. En Campoo, la cuadrilla de José M. Gutiérrez abatió un par de ejemplares en Fontecha, mientras que la que se celebró en Palombera Este quedó inédita, lo mismo que ocurrió con la que se desarrolló en Peña Colsa, en Cabuérniga.
Eduardo Alonso y los suyos se bajaron de Hayedo Tejeo con la muestra, mientras que la cuadrilla de Valdeiguña que dirige Sergio Revuelta estuvo algo más acertada y consiguió hacerse con un par de ejemplares en su cacería de El Tornillo.
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