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La celebración de cacerías que en su día fueron aplazadas por diferentes motivos, en su mayor parte por incendios o por la necesidad de que el personal de Montes estuviese en alerta por la posibilidad de fuegos, ha permitido que la Reserva del Saja haya ... continuado incrementando una cuenta de resultados que, por otra parte, está siendo más floja de lo que hace unos meses, cuando arrancaba la temporada, se aventuraba.
En las batidas celebradas durante el pasado fin de semana, la más fructífera fue, como casi siempre, la desarrollada en el lote lebaniego de Arabedes, donde la cuadrilla de Jaime Parra consiguió el enésimo pleno de este monte en la presente temporada. Estos diez jabalíes se suman a los otros cuatro cupos que se completaron este fin de semana. Uno de ellos en el monte de Fresneda, en la cuenca del Besaya, en donde el grupo que capitanea Fernando Pablo Ceballos consiguió hacerse con los cuatro ejemplares que autoriza la Administración en esa comarca. Otro se dio en Candanoso, en la comarca de Cabuérniga. Allí, la cuadrilla de Fernando González consiguió abatir tres jabalíes en una entretenida cacería. El tercero tuvo como protagonista a la cuadrilla de Isidro Moroso en Villacantid, en Campoo, donde consiguió los tres ejemplares permitidos. Uno más se logró en Caviña, en donde los de Urbano Sánchez sumaron cuatro ejemplares.
El resto de los resultados conseguidos, según datos recopilados por El Diario -Medio Ambiente no ha facilitado los resultados de estas dos últimas jornadas-, han sido bastante más flojos. En la cuenca del Nansa, la cuadrilla de Víctor Fernández consiguió dar muerte a tres cerdos salvajes en Soligote y dos consiguieron los de Ángel Visoqui en Hayedo Tejeo. Cuatro abatió el grupo que dirige Jairo Posada en Vallejas de San Pablo. También en Liébana, las cuadrillas de Pedro Alberto Vejo y Juan Carlos Díaz consiguieron sendos dobletes en los lotes de Sobreiglesias y Onquemada, respectivamente; mientras que en Mataseñas, el grupo que encabeza Óscar Plumariega tocó pelo y consiguió volver a casa con un jabalí abatido.
En La Cotera, en pleno corazón de la comarca de Cabuérniga, la cuadrilla de Manuel Herrero se tuvo que conformar con un par de ejemplares, los mismos que abatieron Manuel Antonio de Celis y los suyos en el monte campurriano de Mazandrero.
Si en la Reserva la campaña está dando ya sus últimos estertores, en los cotos ocurre tres cuartos de lo mismo, aunque en el caso de éstos últimos la temporada parece estar siendo algo más positiva, con resultados que pueden considerarse como bastante buenos, independientemente de que los acotados estén situados en los valles del interior o del sur de la comunidad o que estén en áreas más próximas a la costa, donde en los últimos años la abundancia de jabalíes está siendo una constante.
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