La Reserva aún espera tiempos mejores

En comarcas como Iguña, en la que habitualmente las cifras de animales abatidos no son especialmente altas, se están moviendo muchos animales en todas y cada una de las batidas celebradas. Y en el resto de las comarcas ocurre tres cuartos de lo mismo. Otra cosa bien distinta son los resultados que se están consiguiendo en estos momentos. Y es que la abundante maleza que cubre los montes está convirtiendo la tarea de dar muerte a algún cerdo salvaje en una misión muy complicada. A esto hay que añadir la existencia aún de mucho jabalí pequeño y de hembras acompañadas por crías que, aunque no sean objeto de caza, no salen del monte y acaban, en muchos casos, haciendo un lío a los perros, y cuando esto ocurre, lo más normal es que la cacería se acabe yendo al traste.

En cualquier caso, durante el último fin de semana fueron abatidos 43 suidos, lo que deja la cuenta de la Reserva del Saja en 179 ejemplares. Es decir, unos resultados habituales en cualquier inicio de temporada.

Liébana, como siempre, fue la que más jabalíes aportó a esta cuenta. En total, fueron 17 los animales cazados durante el fin de semana en esta comarca, destacando los seis que la cuadrilla de José Santos del Hoyo consiguió abatir en el lote de Robla Subiedes.

Destaca también, esta vez en Campoo, la cacería que completó la cuadrilla de Adolfo del Pozo en Argüeso, de donde se bajó con cuatro ejemplares para dejar la suma de la comarca en ocho. En Iguña se tocó pelo en las cuatro cacerías programadas, totalizando siete animales abatidos. Lo mismo ocurrió en el Nansa, en donde en las cuatro batidas que se celebraron se cazaron ocho cerdos salvajes. En esta ocasión, la comarca más floja fue Cabuérniga, en donde únicamente se abatieron tres ejemplares, pese a que en los fines de semana anteriores los resultados habían sido mucho más positivos.