La Reserva no se da un respiro

El resultado de estos dos últimos días de caza en la Reserva ha servido además para contratas que la salud de los montes, en lo que a población de jabalíes se refiere, es buena. Es rara la batida en la que, aunque acabe con un cero en su cuenta de resultados, no se hayan movido cerdos salvajes y se hayan escuchado unas buenas perradas.

Por lo que respecta a los resultados de estas últimas cacerías, cabe destacar varias de las celebradas en la comarca de Liébana. Por ejemplo, las de Cuesta Bernizo, donde cazó la cuadrilla de Santos Gómez, y la de Bicobres norte, donde actuó el grupo que capitanea Jesús Ángel Relea. En ambos casos se volvieron para casa con los seis ejemplares que autoriza la administración en esta zona. Tres en Mataseñas (Pedro Alberto Vejo); dos en Vallejas de San Pablo (Ismael Blanco); y uno en La Hoyona (Jaime Parra), completan la lista de suidos abatidos en los montes lebaniegos.

En la comarca de Valdeiguña sólo estaba programada una cacería, la que disfrutó la cuadrilla que dirige Fernando Pablo Ceballos en el lote de La Bacera, al que en una buena jornada le arrebataron cuatro ejemplares. Los autorizados.

En Cabuérniga también hubo alguna cacería destacada, como la realizada por la cuadrilla de Juan Manuel Díaz Calderón en el monte de Vados Centro, de donde se bajaron con tres jabalíes. Idéntico resultado consiguieron Eloy Martínez y los suyos en Viaña, y Manuel Jesús Sánchez, en La Dehesa. Tres cacerías hubo en la comarca, y las tres se saldaron con un cupo. Algo similar ocurrió en los montes campurrianos que se cazaron. En Palombera Oeste, donde actuó el grupo que capitanea Adolfo del Pozo, se abatieron tres cerdos salvajes. En Montabliz, lote que cayó en suerte a la cuadrilla de Víctor Manuel Álvarez, se cazaron otros tres. Sendos cupos en una buena jornada.

Por último, en los montes de la cuenca del Nansa, la cuadrilla de Miguel Ángel Gómez dio muerte a un par de ejemplares en el lote de Negreo -el cupo-, mientras que Rubén Gutiérrez y los suyos tuvieron que conformarse con uno menos en Casal Norte.

Si en la Reserva las cosas marchan más o menos bien, en los diferentes cotos repartidos por toda la región ocurre lo mismo. Tanto en los situados en las zonas altas de la comunidad, como es el caso de Valderredible, como en los más próximos a la costa, abundan los jabalíes y eso se traduce en buenas cacerías.

El Consejo Regional de Caza, el primero que preside la consejera de Desarrollo Rural, María Jesús Susinos, informó favorablemente la normativa de caza en Cantabria para la temporada 2025-2026 y ofreció colaboración «permanente» y diálogo «constante» ante los retos del colectivo, entre los que se encuentran la redacción de una nueva Ley de Caza. Además, Susinos abogó por la colaboración entre los cazadores y la administración a la hora de recopilar los datos del resultado de las cacerías que se celebran en los cotos de caza, especialmente en lo relativo a las especies de caza menor. Otro de los puntos acordados es el relativo a la realización de aguardos de jabalí por parte de los cazadores, dentro de las autorizaciones excepcionales que se conceden en respuesta a los daños producidos por esta especie. Además, se acordó retirar la obligatoriedad de portar chaleco reflectante durante los recechos.

La reunión también estuvo marcada por la ausencia de sociedades colaboradoras, como es el caso de Las Hoces, en protesta por el retraso en la concesión de una cita con la consejera (tampoco lograron tenerla con su predecesor, Pablo Palencia) después de haber cursado diferentes solicitudes. El día antes de la reunión del consejo se informó a esta sociedad, que agrupa a más de medio millar de cazadores, de que la reunión solicitada se celebraría el próximo 7 de enero. La reivindicación principal de esta sociedad es la relativa a los controles de jabalí que han venido realizando los agentes del medio natural, controles desproporcionados a juicio de estos cazadores.