La Reserva retrocede en el tiempo

La causa principal del frenazo en la Reserva del Saja hay que buscarla en el motor de la misma. Porque ese motor no ha sonado fino en todo el curso. Liébana, con sus cupos de doce animales en cada lote, se ha comportado de una forma más que irregular. Hasta un pleno ha sido noticia. Pero en un mismo fin de semana, junto a buenos resultados de plenos, diez u ocho jabalíes, había frenazos considerables. Batidas con un par de cerdos salvajes, uno o, incluso 'ceros'. Esa escasez de capturas en los lotes de Liébana en muchas de las batidas ha lastrado la cantidad total en una temporada que, además, ha sido irregular en cuanto a las cifras totales de capturas cada fin de semana. A un sábado y domingo aceptables les seguían otros malos. Tan solo desde diciembre las cantidades han rondado, aunque con altibajos, los 60 cochinos. El mejor registro correspondió al 1 y al 2 de diciembre, cuando los cazadores se bajaron de los montes con 82 animales.

En contraste con Liébana, otras comarcas de la Reserva sí han tenido un comportamiento aceptable. Cabuérniga, Campoo, la cuenca del Besaya... Bastantes lotes han dado plenos a los cazadores, en montes con cupos de tres. Y en las más de las ocasiones, en muy poco tiempo de batida. El comentario de muchas cuadrillas es que jabalíes ha habido en los motes. Lo que ha faltado en esta campaña ha sido suerte para abatirlos.