La Reserva se toma un respiro

Tan solo dos cuadrillas acertaron con el pleno de suidos permitido en su lote. En Coo San Cipriano, en la comarca de Iguña, la cuadrilla 23 que lidera Segundo Polanco acertó con los tres gorrinos que allí se permite cazar. Y la misma tripleta de cerdos salvajes abatió en el monte cabuérnigo de La Miña los componentes de la 115 que comanda Juan Manuel Díaz.

Por muy poco, y eso hubiese sido un hecho casi insólito, esos plenos de tres cerdos salvajes no fueron la cantidad más alta del fin de semana. Porque los montes lebaniegos, con el cupo más alto de toda la Reserva -diez jabalíes- estuvieron más que remisos a la hora de repartir suerte entre las cuadrillas. En Calejo Linares, los componentes de la 86 que lidera Agustín García acertaron con cuatro cochinos. Y la misma cantidad abatieron los integrantes de la 61 que manda Óscar González en Sobreiglesias. Esas dos cuadrillas fueron las que salvaron el honor de los montes lebaniegos, que siempre suelen liderar las capturas cada fin de semana en la Reserva.

A partir de ahí, cifras desiguales que para unas cuadrillas significaron un buen día y para otras, un desastre en toda regla. En dos lotes campurrianos, Izara Suano y Mazandrero, los cazadores de la 123 -Isidro Moroso- y la 89 -Jesús Ángel Arenas- bordearon el pleno al abatir dos animales. Y lo mismo ocurrió en Vados Norte y Mozagruco, en Cabuérniga. Los integrantes de las cuadrillas 4 -Eloy Martínez- y 38, que capitanea Manuel San Román, también capturaron a dos suidos. Con otro '2', en su caso la mitad del cupo, se fueron de El Táladro, en el Nansa, los integrantes de la 112 que comanda Rodrigo Pérez.

Si en esos lotes esa pareja de marranos suena bien o no demasiado mal, es un cantidad muy baja si se da en montes lebaniegos como Poda Cordancas -cuadrilla 55, de Domingo Bueno- o Arretuerto, donde cazó la 92 que manda Juan Carlos Díaz. En otros lotes lebaniegos la jornada fue horrorosa. Cotera Oria, Panda Carrielda o Bicobres Sur dieron un solo gorrino. Y Monte Cubino, ninguno. Muy poca o ninguna suerte que lastró el fin de semana de caza en la Reserva.