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SILVIA CANTERA
Lunes, 13 de junio 2022, 20:13
«Era impresionante, nunca había visto nada igual». La ilusión de Patxi Martínez Trespaderne se nota incluso al otro lado del teléfono. Este vecino de Algorta (Vizcaya), de 70 años, lleva practicando pesca submarina desde los 18, pero no se esperaba haber conseguido semejante botín ... cuando salió con su traje de neopreno el pasado 4 de junio. Capturó un rape de 30 kilos. Él solo y sin la ayuda de una botella de aire, ya que está prohibido pescar de esta manera. «Trabajo la apnea. Creo que es importante estar en igualdad de condiciones con el pez».
La pesca de tal ejemplar fue en Isla. La zodiac con la que Patxi acostumbra a pescar, normalmente acompañado, estaba averiada y optó por salir solo a bucear un rato «a ver qué encontraba». Le tocó el premio gordo. O más bien lo encontró. A 300 metros de la orilla y a unos 12 o 14 metros de profundidad. «Vi una sombra y al principio pensé que era un escualo angelote. Estaba nadando hacia el fondo». No fue una lucha fácil. Con el arpón que llevaba le dio en la cabeza, pero el rape se revolvía. Tras minuto y medio bajo el agua, finalmente pudo capturarlo y arrastrarlo hasta la orilla. Allí lo destripó para evitar que se pudriera.
«Impresiona un poco encontrarte con un bicho así en el mar», cuenta entre risas. Patxi remarca que hay que tener «mucho cuidado» porque con semejante dentadura te puede hacer «una buena avería».
¡Qué expectación! Durante los minutos que estuvo preparando el rape en la arena, no pararon de acercársele vecinos y curiosos. «He perdido la cuenta de la cantidad de gente que hizo fotos. Parecía una romería», bromea. ¿Y al llegar a casa? «Un espectáculo. Estaba todo el mundo emocionado. Eso sí, costó subirlo una barbaridad. Pesaba un montón». Su hijo trabaja en un restaurante en Sopelana y Patxi se lo ofreció, ya que se trata de un pescado «muy exquisito». Sin embargo, él tenía otros planes. «Me dijo 'aita', este lo vamos a comer nosotros'. Y en realidad ha sido una gran idea», apunta el pescador. Han congelado el rape en rodajas y lo irán comiendo con los familiares y amigos. «Somos muchos parientes, así que disfrutaremos tomándolo tanto como he disfrutado yo pescándolo», asegura Patxi. No van a faltar invitados en casa.
No es habitual encontrar rape tan cerca de la superficie. Ni siquiera de un tamaño normal. «No es un pez de altura. Suele estar a una profundidad de entre 100 y 50 metros. Solo se suelen acercar a la orilla en épocas determinadas; es raro verlos en la costa», explica.
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