Los 10.000 del Soplao llega con novedades en sus trazados y menos participantes

Una de las novedades de esta edición es la modificación del recorrido de la exigente prueba de bicicleta de montaña (sobre 150 kilómetros), que siempre es la más numerosas y que esta vez reunirá a casi la mitad de todos los inscritos. Este año se ascenderá Negreo en dos ocasiones por dos vertientes distintas. Se subirá una primera vez por el sitio de siempre, desde Renedo a Salceda y seguidamente se ascenderá por la otra vertiente, que es un poco más larga pero también muy dura y que llevará a los beteteros a Puentenansa. Por supuesto, también se incluye las subidas de siempre a El Moral, Fuentes, Ozcaba, Venta Vieja y Monte Aa.

Con estos cambios, los organizadores han abierto la posibilidad de participar con bicicletas de gravel. Estas tienen la forma de las bicis de carretera pero su cuadro, el manillar y las ruedas están hechos para terrenos más agresivos que el asfalto. Son similares a las de ciclocross.

Para los corredores a pie de largas distancias también hay una novedad. La organización ha replanteado el trazado en la modalidad de ultamaratón. La primera parte de la carrera permanece invariable, por lo que el recorrido para los participantes en 75 km no sufre cambio alguno. En cambio, los que opten por la distancia más larga (110 km), una vez superada la localidad de Saja, deberán tomar dirección a la Braña de las Mazas a través de la pista forestal que conduce al Paraje de Los Cuadros, en lo que supone la primera gran novedad. Una vez que los ultrafondistas lleguen a La Fresona, la marcha seguirá por un sendero que conducirá por una bajada a la pista forestal de Espinas, que nos llevará al ya conocido paso de Ozcava. Superado este punto los ultramaratonianos descenderán a Bárcena Mayor, hasta llegar a la Ermita del Carmen. Justo detrás de esa ermita, a unos 40 metros, se deberá tomar el sendero que precede a la subida al Monte de la Mahílla, desde donde directamente se acometerá la ascensión a la Braña del Tambuey. Esta exigente subida, en la que no hay ni un árbol ni una sombra, salva más de 700m de desnivel en apenas 5 km. Llegados a Tambuey, se recuperará el antiguo recorrido en dirección a los Tojos. Desde allí se afrontará el conocido trayecto hacia el pueblo de Bárcena Mayor y a El Moral, siguiendo hacia Cabezón de la Sal, en lo que promete ser una ultra durísima.

Los maratonianos y andarines afrontarán un recorrido de 46 kilómetros con el Toral y El Cerezo como principales dificultades. Por su parte, los inscritos en la prueba combinada deberán superar 68 kilómetros en bici de montaña tras completar la maratón.

Ambas modalidades, ultramaratón y maratón, aportarán puntos clasificatorios a los atletas que finalicen la prueba y que aspiren a participar en el sorteo de plazas de la prueba más prestigiosa del mundo como es la Ultra Trail du Mont Blanc.

En cuanto al resto de disciplinas, la ruta adaptada, dirigida a personas con discapacidad física o intelectual, vuelve a ofrecer dos trazados de 9 y 28 kilómetros. En la prueba sobre 9 kilómetros, las familias con niños podrán participar de forma gratuita.

Por su parte, la modalidad de parapente de precisión se traslada este año a Ruente. Los pilotos iniciarán el vuelo desde una ladera cercana y aterrizarán en la finca de La Nogalera, en pleno casco urbano.

Por otro lado, las inscripciones permanecen abiertas para las modalidades de ciclismo en carretera (3 de junio) y natación en aguas abiertas (10 de junio).

Este año hay menos deportistas dispuestos a pasar por el Infierno Cántabro. Todas las pruebas multitudinarias que se celebran en España han notado este bajón de más de un 20% en el número de participantes, con respecto a otras ediciones de antes de 2020. «En pruebas como la Quebrantahuesos y la nuestra y sobre todo en las de ultradistancia, se ha notado una caída en la participación, sobre todo la de la gente que venía desde fuera de Cantabria. Las causas son varias. Para empezar, la mala coyuntura económica que atravesamos y también que la gente ya no prepara tanto las pruebas de ultradistancia, en las que hay que entrenar mucho», señala Javier Barbero, responsable de comunicación de Los 10.000 del Soplao.

El que no se perderá la prueba de BTT del Soplao este año será el ciclista profesional Ángel Madrazo. El cántabro ha pedido permiso a su equipo el Burgos para estar en la carrera de montaña y, si nada se lo impide, también hará en la prueba de ciclismo en carretera.