La Audiencia Nacional anula el positivo de Tirilonte

La sentencia llegó hace quince días, pero la información no trascendió hasta ayer porque la Agencia Española de Protección de la Salud (Aspsad) tiene tiempo para recurrir la sanción hasta Navidad, aunque fuentes cercanas a este periódico aseguraron que no lo hará. «Para mí ha sido una liberación», admitía Tirilonte. El cántabro pone así fin a un calvario, que comenzó en 2017, justo cuando se hizo público su positivo y fue apartado del Rias Baixas, equipo con el que corría en ese momento. Desde entonces ha peleado su inocencia en los tribunales con el asesoramiento del abogado madrileño Álvaro García Guerrero. «Ha sido un proceso muy largo. Desde el primer día, mis padres me preguntaron que si yo había hecho algo malo y les dije que no. Confiaron en mí y ahora nos han dado la razón».

La sentencia prueba que «no existieron meras irregularidades formales en el cumplimiento del formulario del transporte y la cadena de custodia, por cuanto son imprescindibles para asegurar y garantizar que las muestras recibidas del laboratorio no tienen deficiencias». La Audiencia Nacional refleja en su sentencia que «existió dregradación y manipulación en los kits». No consta el transporte individual de catorce muestras -entre ellas la de Tirilonte-, sino que en el albarán se refiere a «tres bultos».

«Estoy muy contento por mí, por mi familia y por toda la gente que me ha apoyado», insistió el exciclista. Por otro lado, Tirilonte no adelantó los movimientos que ahora llevará a cabo, después de que se haya demostrado su inocencia. «Eso es algo que sabrá hacer mi abogado. Para mí lo más importante es que puedo estar tranquilo y en paz. Ha sido muy duro y hace tres años me partió por la mitad».

Tirilonte abandonó el ciclismo después de multitud de triunfos en el campo amateur. Precisamente logró el título de campeón de España sub 23 de contrarreloj, al margen de importantes victorias como la general de la Vuelta a Castellón. «En 2017, mi pensamiento era dejar la bicicleta. Yo creía que había llegado el momento de dejarlo, pero mi intención no era bajarme de ella como ocurrió. De aquella manera tan cruel», reconoce. El excorredor desde entonces ha mantenido una dura lucha -«sin rendirme jamás porque confiaba en que tarde o temprano la verdad saliera a la luz»- que ha terminado con final feliz.

«No sé qué haremos ahora -añadió-, no sé que procesos se seguirán, pero lo más importante es que soy feliz por fin», concluyó el exciclista cántabro.