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03.00Borja Ortiz lo ha conseguido. Borja Ortiz ha subido 26 veces Los Machucos. Una vez tras otra. Ininterrumpidas. Borja Ortiz ha sido durante más de 50 horas muchas personas; muchos ciclistas hasta alcanzar un reto casi delirante. Y ha sufrido. Resulta difícil imaginar cuánto. Le ha llevado más de dos días. Mucho más de lo que calculaba. Tiene un aire a Alberto Contador, sobre todo con el casco, porque sin él luce cabeza afeitada a lo Pantani. Sin pañuelo de pirata, pero moviendo desarrollos cortos en explosividad cuando la fatiga se lo ha permitido.
Ha estado al borde del desfallecimiento, como Stephen Roche en el Tour del 87. A ratos se ha retorcido en la bici como Escartín y otras ha ido en volandas arropado por los amigos, como ayudaban a Lance Armstrong los Hamilton, Livingstone y alguna sustancia. ... Ha sufrido por llegar tarde (confiaba en cumplir el reto hacia las cinco, unas diez horas antes de cuando terminó) como Pedro Delgado, a quien el ciclismo le deberá siempre dos tours, porque tenía tres en las piernas. Se ha sentido morir como Tom Simpson cuando le estalló el corazón. Pero ha resistido. Ha estado tentado de hacer un 'Superman' López y bajarse de la bici y se ha sentido solo, como Chris Froome en Formigal. Pero ha gestionado el esfuerzo, como Giovanetti en la Vuelta del 90, agonizando en el ascenso para bien, como Pogacar en 2020, pero con el temor de que fuera para mal, como Roglic ese mismo día.
Mientras, su gesto desencajado ha recordado a sus paisanos. A Vicente Trueba en plena rampa; al rostro esforzado del Galleta. Todo eso ha ocurrido durante dos días y algo más de propina en Los Machucos. Y todo eso lo ha vivido un tipo, Borja Ortiz, que no es ciclista profesional y a la vez ha sido muchos en esas más de 50 horas. Las que ha necesitado para ascender 26 veces una cota que en un suspiro se convirtió en mítica y ahora gracias a él lo es mucho más, porque de repente tiene otra historia que contar. Esa que acaba de protagonizar. Por momentos le desbordó el sueño, que estuvo a punto de hacerle caer de la bici en la oscuridad como Raymond Dietzen, pero se echó al pasto, como Armstrong para no arrollar a Joseba Beloki, tendido con la cadera rota. Borja se tuvo que echar a dormir diez minutos, con el casco y el revés de la mano como almohada en medio de un prao, pidiendo tregua al agotamiento; durmiendo al relente y jugando una contrarreloj a la madrugada.
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Al final quienes le quieren le han empujado casi impulsándole del sillín, como Álvaro Pino a Lale Cubino en el BH; agónico como Virenque haciendo la goma. Con fe en sí mismo como Julien Alaphilppe siempre. Borja Ortiz era en plena madrugada la épica y victoria encarnada. Lo de épica, por los estragos en el rostro y su mirada tras más de cincuenta horas sobre la bici solo con tímidos descansos. Esa bici a la que llaman burra en un símil que no es verdad, porque las burras andan solas y sobre el sillín hay que dar pedales. Lo de victoria porque alumbraba en el rictus el triunfo de haberlo conseguido; de haber ascendido 26 veces Los Machucos. Más veces que horas tiene el día. La victoria de haber ganado al sueño, al desánimo, al agotamiento y al desnivel. Estos retos tienen algo de irracional; de iconoclasta. Y de superación personal, para quienes lean a Paulo Coelho, pero lo de Borja tiene un punto de gesta; de este tipo de aventuras magnéticas que atraen al personal.
Lo sabe hasta Miguel Ángel Revilla, que no habrá leído (o sí) a Coelho, pero seguro que se sabe de memoria a Max Weber. Por eso le dijo que le iba a esperar a la llegada. «No importa a qué hora llegues; yo te espero». Sabía lo que aquello significaba y sabía que ahí debía estar. Porque tocaba. Porque quiere que le quieran como a Borja. El caso es que cerca de las tres de la madrugada, tras ya más de 50 horas, Borja Ortiz consiguió su reto: subir 26 veces Los Machucos. Una vez más: subir 26 veces Los Machucos. El reto se lo había puesto él mismo y desde el punto de vista utilitarista no tendrá una aplicación, pero el esfuerzo es merecedor de un cantar de gesta. Digno de recordar por lo agónico. Cada ascenso llevaba más tiempo y exigía más esfuerzo que el anterior. Pero no desfalleció. Agotado y aún con gente apoyándole; el domingo por la tarde con una pequeña caravana a su vera, llegó al fin a pie de puerto cuando muchos hinchas se habían rendido. Pero él no. Su victoria es la derrota del sueño y el cambio de temperatura. Del calor atorrante del mediodía y el frío de la madrugada, que ambos le han hecho tambalearse.
Y así ha sido como a pie de Bustablado los impenitentes que resistían le recibieron tras subir (y bajar) esas 26 veces Los Machucos. O, en lo que a desnivel se refiere, dos veces la altura del Everest. Es lo que llaman, y se ha puesto de moda, 'everesting'. Un doble 'Everesting'. Una locura que ya es suya. Ya tiene otra gesta en su haber. Otra a la que sumar a las muchas que atesora, pero esta más llamativa; más épica y con renombre. Sobre la bici y nadando, en su trayectoria vital protagonizó otras muchas, pero esta le llevó al límite más que nunca. Ahora tiene por delante muchas horas de sueño; las que le ha robado durante estos últimos dos días. Hasta la próxima, Borja.
23.00«¿Qué? ¿Cómo vas?», ha preguntado hace un rato Miguel Ángel Revilla a Ortiz tras completar la vuelta 24. Está allí, en Los Machucos, y aplaudiendo. El presidente de Cantabria estuvo para dar ánimo al comienzo del reto, el viernes por la noche, y también está ahora, cuando solamente quedan dos ascensos.
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21.00Borja apura la poca energía que le queda para enfrentarse a la subida número 24. Es decir, solo le quedan dos subidas más para completar el reto. Familiares y amigos le siguen de cerca en coches para brindarle ánimo y apoyo.
18.45«Ya llevo 22, me quedan solo cuatro, y aquí seguimos; ahora algo más animados», dice Borja Ortiz, que terminará ya superada la medianoche; formalmente en lunes y tras más de 48 horas de bicicleta.
18.00Cansado, pero ilusionado porque el final está más cerca. Borja Ortiz encara ya la recta que le lleva a cumplir su reto. Va a por la vigésimo tercera subida (y bajada) a Los Machuchos. Amigos, curiosos y familiares siguen apoyando al deportista, al que ya muchos llaman loco.
16.00Borja baja ya hacia Bustablado tras coronar por 21ª vez Los Machucos. La temperatura ha bajado ligeramente e incluso tiene algo de sombra, lo que se agradece, y rueda de nuevo acompañado por otro ciclista. Pese a las 40 horas acumuladas, se le ve mejor anímicamente y con fuerzas para terminar el reto, para el que le faltan cinco ascensos. Alguna subida le llegó a costar incluso hora y media, pero ya vuelve a rebajar sensiblemente los tiempos.
13.30Ya ha subido Borja 20 veces los Machucos. Lo peor ya ha pasado, por mucho que duelan las piernas. Durante la mañana ha habido bastante público y acompañantes, aunque algunos se han marchado conforme llegaba la hora de comer. Antes de las 13.30 horas ya había coronado por vigésima vez Los Machucos, y tiene entre su compañía en Bustablado, en ruta o en la cima, a sus sobrinas (siempre hay alguien de la familia). Poco a poco se repone de una noche que ha sido muy larga, y ahora, como ayer, el nuevo problema es el calor. Tras el descenso de esta vigésima subida tendrá un breve descanso en el bar a pie de puerto, donde tiene el avituallamiento, y de nuevo a la bici.
12.00Hacia el mediodía, y ya con mejor cara, Borja ha comenzado con su vigésimo ascenso. los descansos son ahora un poco más largos, pero cada vez hay también más gente arropándole. Quedan ocho cumbres para finalizar a última hora de estar tarde o a primera de la noche y tendrá un buen recibimiento.
11.00Borja acaba de alcanzar por 19ª vez la cumbre. El cansancio ya es mucho y se deja ver en todas las rampas, pero de nuevo marcha acompañado, en esta ocasión por dos ciclistas, además de los ánimos que recibe en la carretera, en especial en el bar a pie de puerto en el que está montado el centro neurálgico.
10.00Borja encara la 19ª subida con «buen ánimo, aunque a un ritmo más suave» a pesar de las dificultades que encuentra en su camino. Sigue adelante después de su segunda noche sin dormir y sobre la bicicleta, y además con algo de lluvia, «pero a él eso no le importa», cuentan amigos que han estado pendientes del ciclista durante el horario nocturno.
09.00Un puñado de acompañantes han hecho noche para estar con Borja durante una de las partes más duras del reto. No solo Manuel Samperio, sino también varios familiares han pasado esta segunda y última noche del reto al pie de Los Machucos. Ya ha amanecido y Borja acaba de alcanzar la cima por 18ª vez a las nueve de la mañana. Ha descansado un momento y enfila ahora el descenso, ya con la luz del sol.
08.00Cuando comienza a amanecer Borja Ortiz acumula ya 17 subidas a Los Machucos, a ocho de completar su reto. En su contra juegan el sueño y el cansancio. A su favor, que amanece, mejorará la temperatura y tendrá de nuevo el ánimo y el apoyo de amigos, vecinos y aficionados. Es probable que para cuando termine ya sea de nuevo de noche, porque por ahora el horizonte de las 20.00-21.00 horas es el más optimista, aunque todo puede cambiar.
01.30La noche ha sido larga y difícil, pero Borja Ortiz continúa con su gesta. Ha tenido que bajar el ritmo, pero sigue adelante. «Sigo vivo. Quince subidas», decía poco después de la una y media de la madrugada. Le quedan once para completar el reto y puede que le dé la noche de hoy, domingo.
Número de subida | Minutos invertidos | Hora de llegada al bar de Bustablado | ||
---|---|---|---|---|
1 | 54 | 01.12 | ||
2 | 56 | 02.32 | ||
3 | 55 | 03.37 | ||
4 | 56 | 05.01 | ||
5 | 62 | 06.32 | ||
6 | 61 | 08.05 | ||
7 | 57 | 09.39 | ||
8 | 56 | 11.04 | ||
9 | 61 | 13.06 | ||
10 | 73 | 15.03 | ||
11 | 78 | 17.06 | ||
12 | 74 | 18.53 | ||
13 | 70 | 20.41 |
23.00Son las once de la noche y Borja está a punto de acometer la 15ª subida. Le queda por delante menos de la mitad, pero también la parte más dura, porque de nuevo tendrá que pasar frío y no tendrá el ánimo de la gente, lo que unido al cansancio acumulado convierte estas horas en críticas. Si todo va bien durante la noche completará aproximadamente otros tres o cuatro ascensos, de modo que pueda terminar su reto hacia las ocho de la tarde de este domingo. Parte de sus acompañantes acaban de dejar la zona, pero ha de regresar Manuel Samperio para tomar el relevo y asistirle en lo necesario. El objetivo del doble Everest está cada vez más cerca, pero Borja, que mañana volverá a tener el apoyo de vecinos y aficionados aprovechando además la jornada dominical, aún tiene mucho trabajo por delante.
20.30«Me queda toda la noche y calculo que terminaré un poco más tarde de lo que había previsto, pero estoy satisfecho», dice un Borja Ortiz que ha alcanzado ya el ecuador de su reto: O, dicho de otro modo, las trece ascensiones (con sus correspondientes descensos) al Alto de Los Machucos. Suma ya 8.850 metros de desnivel salvados; la altura del Everest. Pero el reto es hacerlo dos veces; eso que han dado en llamar '
19.00«Doce subidas y 19 horas llevo ya. Ahora voy a por la trece; a por el primer everesting. Estoy un poco jodidillo, pero mejor que hace dos subidas. He ido recuperando y ahora me encuentro mejor. He pasado un momento muy malo hacia las tres de la tarde, porque hacía demasiado calor, pero ahora me encuentro mejor. Estoy descansando un poco. A cada bajada paro diez minutos o un poco más para comer algo: barritas, empanada, quesada, algo dulce… Ahora me encuentro mucho mejor, pero claro; me falta toda la noche». Son palabras de Borja Ortiz, que dentro de aproximadamente una hora alcanzará el ecuador de su reto. El grupo de cuatro amigos y compañeros que se han desplazado en furgoneta hasta Los Machucos para apoyarle en la cima ya sigue sus evoluciones y Borja ha aprovechado su llegada para saludarles y hacer un pequeño descanso en la ruta. Después ha reemprendido el camino.
17.00Durante la undécima ascensión, Borja Ortiz está recibiendo el apoyo de algunos aficionados y vecinos del lugar. A última hora de la mañana hizo parte de la prueba acompañado por dos niños que se le unieron durante un breve tiempo con sus bicis. Y por la tarde, este espontáneo del cencerro sacó una sonrisa al ciclista. Lo cierto es que durante muchos momentos ha sido animado por cencerros a lo largo de su gesta. Pinchando
15.00 horasCerca de iniciar la duodécima ascensión, Borja Ortiz sigue subiendo a buen ritmo Los Machucos. Está ya cerca de alcanzar el ecuador del reto. De momento estos son los números que ya ha confirmado:
Número de subida | Minutos invertidos | Hora de llegada al bar de Bustablado | ||
---|---|---|---|---|
1 | 54 | 01.12 | ||
2 | 56 | 02.32 | ||
3 | 55 | 03.37 | ||
4 | 56 | 05.01 | ||
5 | 62 | 06.32 | ||
6 | 61 | 08.05 | ||
7 | 57 | 09.39 | ||
8 | 56 | 11.04 | ||
9 | 61 | 13.06 |
14.00 horasBorja Ortiz se encuentra en plena undécima ascensión. Si todo discurre sobre lo previsto, debe culminar su reto mañana, domingo, alrededor de las cinco de la tarde, aunque dada la naturaleza de la empresa todo puede cambiar. Ya han sido unos cuantos los aficionados que le han acompañado en bici, y en breve llegará un grupo de amigos que se instalarán en la cima para seguir sus evoluciones y ofrecerle apoyo logístico y anímico. Mañana, cuando, si todo marcha correctamente, alcance las 26 ascensiones, el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, estará en la cima entre los espectadores que se darán cita al pie de Los Machucos.
12.00 horasBorja Ortiz ha pasado de la soledad de la noche a tener una temperatura agradable y también el calor de la compañía. Aún muy entero cuando habla, aunque lógicamente se acusa el cansancio propio de un reto de tales dimensiones. Ya desde las diez de la mañana han comenzado a llegar ciclistas a los que les ha llamado la atención la iniciativa. Los Machucos ha sido cima de la Vuelta en dos ocasiones como parte de la búsqueda de nuevas llegadas en alto que Unipublic fomenta para la ronda (el Angliru asturiano es otro ejemplo). Cota de extraordinaria dureza, se subió por primera vez en 2017 y por segunda y última, por ahora, en 2019. Solo mencionar los ganadores de aquellas etapas ilustra de lo que se está hablando. Alberto Contador y Tadej Pogacar. Cuatro tours en sus piernas para los dos ganadores de Los Machucos. Aquel septiembre de 2017 el ganador de la Vuelta, Chriss Froome, con cuatro victorias en el Tour en su palmarés, dijo que que le gustaría
10.00 horasA por la novena subida. Una hora y un minuto en la séptima ascensión y 59 minutos en la octava. Las piernas duelen, sí, pero la temperatura ya es más agradable y Borja Ortiz vuelve a bajar de la hora. Sigue con el ritmo que se había marcado. A lo largo del día se espera que algunos curiosos e incluso algún ciclista que se anime le acompañe brevemente en la ruta. Por la tarde tendrá ya asistencia en la cima para la segunda parte del reto.
08.00 horas
04.00 horasBorja Ortiz acomete la cuarta subida, tras haber completado las tres primeras a buen ritmo. La noche es fresca, pero la lluvia le ha respetado y por el momento todo sigue según lo previsto. Menos de una hora en cada ascensión.
00.00 horasLa salida fue puntual. Exactamente a medianoche, como tenía previsto. Y con un puñado de espectadores que pese a la hora no quisieron perderse el evento. Tanto en la cima como a pie de puerto, una pequeña pancarta para marcar los hitos. Una mesa de avituallamiento y algunos compañeros que por momento le han acompañado en la ruta. Pero por lo general Ortiz ha tenido que afrontar el
Por el momento ha tenido la compañía de Manuel Samperio y algunos amigos y curiosos se le pueden unir a lo largo de la jornada para participar en un llamativo reto del que ya ha cumplido la primera fase. Ahora debe vencer a la fatiga y al sueño, ya con luz y más compañía, pero conforme avanzan las horas y completa circuitos más cerca está de su objetivo.
Travesías a nado Desde Castro Urdiales a Santander y desde Santander a San Vicente de la Barquera(Años 2014 y 2015).
Triatlón Natación, ciclismo y montaña desde Santander a Potes (Agosto de 2016).
Bibicleta de carretera En 2017 subió los nueve puertos más duros de los Pirineos y en 2019 los 27 puertos de Cantabria en tres días consecutivos.
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