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El campeón de España élite, Benjamín Prades, se lució ayer en la etapa de Vioño. El corredor de Alcanar (Tarragona), que compite en el Vigo-Rias Baixas, fue el más fuerte tanto en la última subida al cementerio de Salcedo como en la línea de ... meta, en la que se impuso al brasileño Vinicius Rangel (Telco), que es el nuevo líder de la Vuelta a Cantabria. Esa última ascensión no era puntuable pero demostró su dureza y dejó el pelotón en una selección de diez corredores, entre los que el tarraconense de 37 años fue el más rápido.
Prades fue el responsable de la última selección, que reservó la lucha por la victoria de etapa a un reducido grupo de nueve corredores. Le subida al cementerio de Salcedo apenas dura un kilómetro, pero es una pared. Y a ella se agarró el campeón de España como un gato. Prades demostró cadencia y llegó a escaparse una decena de metros de sus perseguidores pero, en el descenso, un susto con una moto de realización le hizo que le absorbiera el grupo de perseguidores. Ahí tomó la delantera el vigente campeón de la Vuelta a Cantabria, Xabier Berasategui (Laboral Kutxa), que se fue al suelo cuando iba a gran velocidad. Afortunadamente, sin daños.
Una vez en el llano de Vioño, encararon la línea de meta los nueve elegidos. A falta de 500 metros, llevaban la delantera Vinicius Rangel y Vicente Hernaiz (Eolo-Kometa). Codo a codo. Pero tras el brasileño apareció la sombra rojigualda de Prades. En esos últimos 100 metros, el veterano del Vigo-Rias Baixas mostró su punta de velocidad para adelantar por la izquierda a sus competidores y vencerlos con claridad. Imponente.
Vinicius Rangel se quedó con el glorioso consuelo del maillot amarillo de la general cántabra. El velocista brasileño volvió a quedarse con la miel en los labios porque repitió el segundo lugar de la primera etapa, pero hoy tendrá el privilegio de defender el liderato para el Telco M. Tercero entró el corredor del Eolo-Kometa Vicente Hernaiz; cuarto, Agea (Gomur); quinto, Johnston (Caja Rural); sexto, Alonso (Froiz).
La jornada fue muy parecida a la del jueves. Lluvia matinal que dejó húmedas las carreteras pero respetó a los corredores por las tardes. El recorrido cambió Camargo por Piélagos, cuyas subidas y bajadas propiciaron una carrera descontrolada hasta los últimos kilómetros. El primer sexteto en saltar lo formaron Jorge González (Gomur), Lander Lartitegi (Baqué), Miguel Ángel Fernández (Vigo-Rias Baixas), Jeroen Van Krimper (Antiga), Javier Fernández e Igor Molina (Previley). Este último fue el primero en las dos metas volantes del día, lo que le hubiera colocado líder de dicha clasificación si no hubiera sido expulsado de la competición.
Por detrás les seguían de cerca, apenas a medio minuto, pero les dejaron ese margen durante más de 40 kilómetros. El terreno irregular provocó durante toda la etapa que el pelotón estuviera fraccionado. Esto hizo que, una vez alcanzada la escapada del día, se desmarcara una docena de ciclistas. Éstos representaban a la mitad de los equipos del pelotón, pero un ataque de Pedro Luis Monroy (Gomur) redujo la grupeta a la mitad. Así intentaron alejarse del grueso de la carrera, pero el empuje del Rías Baixas de Prades lo impidió. Y a falta de 15 kilómetros todos se reagruparon. En la tercera y última subida al Alto de La Montaña -subida puntuable de tercera categoría- lo intentó en solitario Robinson (Eiser), perseguido por Yago Segovia. Ambos fueron cazados a cuatro de la meta. Y el resto es la historia de la exhibición de Benjamín Prades, al que no le paró ni el susto de la moto ni la ambición de Vinicius Rangel, que se conformará con liderar la clasificación general.
La etapa reina de la Vuelta a Cantabria será su colofón. Un recorrido de 148 kilómetros entre Puente Viesgo y las Cuevas del Monte Castillo, con subidas a dos puertos de segunda categoría como son El Caracol y La Braguía, dictará sentencia en un pelotón en el que todavía no se han abierto diferencias. A 80 kilómetros de meta llegará el puerto más duro de esta Vuelta a Cantabria 2021, el Caracol. Sus 7,1 kilómetros de ascensión, sus dos kilómetros por encima del 10% y sus rampas que alcanzan el 14% harán la primera selección en el pelotón. Pero, sin tiempo para el descanso, acto seguido comenzará la subida a La Braguía, aún más larga pero menos exigente en su pendiente, ya que son 8,4 kilómetros a una media del 5,5% de desnivel. Sin embargo, ahí no acabarán las cuestas, a los corredores todavía les quedará un último 'muro' justo antes de la línea de meta con una subida de 1,4 kilómetros y rampas del 6,1%. En la pelea por la clasificación general estarán los corredores montañeses Pablo Alonso, del Froiz (tercero), y Ángel Coterillo, del Gomur (decimoquinto).
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