Cantabria le hace hueco a la Vuelta
Dos días en casa. ·
La caravana de la ronda, alrededor de 2.000 personas, permanece desde ayer hasta mañana en la regiónSecciones
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Dos días en casa. ·
La caravana de la ronda, alrededor de 2.000 personas, permanece desde ayer hasta mañana en la regiónTal y como ha respirado Cantabria durante este verano, hay quien va teniendo ganas de empezar a estar más tranquilo. A ver las mismas caras de siempre... Pero los hay también que no. Y Cantabria está de moda. Eso es así. Hoy, cuando ya se ... atisba el final de septiembre, hay que hacerle hueco en la región, de nuevo, a mucha más gente. La Vuelta España duerme en Cantabria desde ayer. Prácticamente toda ella -la caravana de la ronda, obviamente- acabó en Navarra y derechita a la región para hoy disfrutar de la jornada de descanso cerca de la salida de mañana, que será en Liencres, junto a la playa de Valdearenas.
La Vuelta arrastra a más de 2.000 personas de un lado a otro entre ciclistas, operarios, técnicos, seguridad, organización, árbitros... Y aficionados. Sí, sí... aficionados de fuera que siguen con su casa a cuestas cada una de las etapas. Seguramente serán más de 2.000. No hay duda. La Vuelta descansa hoy. Y lo hace en Santander y sus alrededores. De nuevo, como ya ocurrió hace dos años, la ronda ha elegido Cantabria para la segunda jornada de parón, la última antes de la semana en la que se decidirá definitivamente la competición. Servirá este lunes para que los aficionados tomen en cierto modo contacto con la carrera antes de una etapa netamente cántabra y con un final inédito en la comarca de Liébana. Uno más.
La planificación de dónde y cómo montan su casa cada día los diferentes equipos en una Vuelta por etapas de 21 días se hace con mucha antelación. Y mucho más en una región dónde el verano se está alargando afortunadamente para muchos. Tener a la Vuelta a España descansando es tan bueno y tan atractivo como los finales de etapa espectaculares, porque eso permite enseñar la región con un soporte sin parangón. Los encargados de hacer esto buscan tranquilidad, comodidad y sobre todo que a los ciclistas no les falte de nada. Por eso hoy podrán ver coches con bicicletas en el techo y autobuses de colores por toda la región; Astana y Arkea han elegido el Hotel Bed4U, en la Avenida de Parayas (junto al Parque de La Marga), en pleno Santander. A unos quince kilómetros de la salida de mañana en Liencres. La organización, por su parte, se alojará en el Palacio del Mar, donde llegó ayer al filo de las 20.00 horas. Serán cerca de noventa personas, tanto de Unipublic como de otras empresas vinculadas a la Vuelta. El Burgos-BH, que tiene en sus filas al único ciclista cántabro de la Vuelta a España 2023, Jesús Ezquerra, se hospedará en Los Pasiegos de Hoznayo.
Allí montan los burgaleses casi siempre su cuartel general. Ezquerra seguro que recibirá la visita de sus familiares. De Treto a allí apenas tardarán quince minutos. También en Hoznayo estará el Caja Rural navarro. Cerca del lugar de origen del único cantabruco en la ronda dormirá el Movistar de Enric Mas. Lo hará en el Parador de Limpias. Y así Comillas, Mogro, Santillana del Mar, Isla, Viveda, Reinosa y Torrelavega.
Muchos de ellos buscan el sitio adecuado para ese 'paseito' -además de otras cosas- que hoy darán los ciclistas lejos de presión y exigencias. En Viveda, en el Hotel Cueli, cuyo propietario fue uno de los ilustres paisanos que dieron el salto al profesionalismo, se dará alojamiento y abrigo al Soudal-Quick Step y el Total Energies.
Mañana el pelotón partirá de Liencres para abordar una jornada teóricamente tranquila hasta su recta final. Lo hará al filo de las 14.40 horas, más tarde que habitualmente por aquello de que es una etapa corta, de 120 kilómetros, con un trazado irregular y quizá propicio para las escaramuzas, pero no para que haya verdadera batalla. Solo en los últimos kilómetros, con el ascenso al puerto de Bejes, pueden los favoritos buscar la oportunidad de atacar, aunque en una carrera siempre condicionada por el hecho de que tres corredores del Jumbo ocupen, después de dos semanas, las posiciones de podio.
La etapa, la única en Cantabria, discurrirá, eso sí, íntegramente dentro de los límites autonómicos tras un rápido desplazamiento desde Santander y alrededores, donde a última hora de la tarde de ayer montaron los equipos sus respectivos cuarteles, hasta Liencres, donde a escasa distancia de las playas dará comienzo la 16ª etapa de la Vuelta.
La carrera discurrirá por Torrelavega, Santillana del Mar, Comillas y San Vicente de la Barquera, entre otras localidades, antes de adentrarse en el Desfiladero de La Hermida y enfilar hacia Bejes, una cima inédita y estrecha, con final explosivo, pero sin la exigencia de otras cotas. Se sigue así con la tónica marcada en los últimos años, en los que siguiendo las iniciativas de Unipublic, Cantabria ha buscado nuevos puertos hasta ahora desconocidos para el ciclismo profesional, caso de Los Machucos y Pico Jano. En esta edición, la premisa era llegar a Liébana, pero se quería buscar una cima diferente. Ni el monasterio de Santo Toribio ni Fuente Dé, que ya están en el manual el cicloturista y del aficionado y, por supuesto del ciclista, y si no que se lo pregunten a Contador y a 'Purito'. Ninguno lo olvidará. Quizás algunos viendo lo fácil que podía haber sido endurecer la jornada -con las colladas a tiro de piedra- lo eche de menos, pero la organización quería que fuera más suave porque, acto seguido, el miércoles, llegará la montaña asturiana, con final de etapa en el Angliru.
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