Cantabria negocia un final de etapa de la Vuelta 2023 en Liébana

Los representantes de Unipublic visitarán esta semana la autonomía para avanzar en la preparación de una ruta que este año se presentará algo más tarde de lo que es habitual al coincidir con el Mundial de fútbol.

En los últimos años la Vuelta ha sido uno de los ejes de la estrategia de promoción de Cantabria a través del deporte, lo que se ha traducido en una presencia habitual de la ronda en la comunidad autónoma, tanto a través de etapas en línea y contrarreloj (la hubo en Torrelavega) como, en la mayor parte de los casos, de media y alta montaña. Dentro del interés de Unipublic por ascender puertos inéditos en el ciclismo profesional, se estrenó la subida a Los Machucos y, este mismo año, Pico Jano, que sirvió de meta para una de las dos jornadas cántabras el 25 y 26 de agosto.

En total, Cantabria ha acogido 77 finales de etapa de la ronda española desde que Santander lo hizo por primera vez en la edición inaugural de 1935. En dos ocasiones lo ha hecho en Liébana, en concreto en Fuente De y en el Monasterio de Santo Toribio, probable final en la edición de 2023 si no se cumplierann los planes previstos, que giran fundamentalmente en encontrar algo nuevo. Se baraja la subida a Bejes como una de las alternativas pra el final de etapa.

Resta por confirmar si la etapa es completamente cántabra, también con salida dentro de los límites autonómicos, o si por el contrario transita desde Asturias o Castilla y León, algo que se debe saber antes de que la competición se presente el 10 de enero en el Palau de la Música Catalana de Barcelona. Lo que ya está confirmado es que la ciudad condal acogerá el 26 de agosto el arranque de la ronda, que terminará el 17 de septiembre en Madrid. Entre las novedades se especula con su paso por una de las cimas emblemáticas del Tour: el Tourmalet, en el que sería el primer paso de la Vuelta por la cota.

A la hora de diseñar su trazado, y al margen de los criterios deportivos y de ajustar el calendario, Unipublic trabaja sobre las propuestas que las diferentes ciudades, diputaciones y gobiernos autonómicos presentar para acoger una salida o llegada de etapa, esta segunda más cara. El precio no es siempre el mismo, pero la inversión suele rondar entre los 100.000 y los 150.000 euros.

Más caras son la jornada inaugural y la de cierre, por la que este 2022 el Ayuntamiento de Madrid pagó 300.000 euros en lo que es la cifra récord, hasta donde ha trascendido, por una sola etapa.La capital de España había pagado hasta entonces alrededor de 200.000 euros por este mismo concepto, siempre según la información aportada por el propio Consistorio madrileño.

En el caso cántabro es el Gobierno autonómico será el que asuma la inversión, como ha sucedido desde el regreso del pacto PRC-PSOE al poder. Según el director de la Vuelta, Javier Guillén, la caravana de cerca de 3.000 personas que mueve la carrera deja un gasto en cada ciudad de al menos 250.000 euros, si bien la cifra no es oficial ni Unipublic, empresa filial de ASO, hace públicos los pagos que recibe de cada administración por la contratación de salidas y finales de etapa. Lo que no fallará es que Cantabria sea parte de la Vuelta, algo que ha resultado habitual desde su nacimiento hasta el presente.