El cántabro Iván Cobo remata el trabajo del Lizarte y se lleva el Memorial Santisteban

El 'Santisteban' suponía, de facto, el inicio de la temporada en élite y sub23 no sólo en Cantabria –era la prueba que estrenaba el calendario de carretera en la región– sino también a nivel nacional. La suspensión de varias pruebas –cortesía, cómo no, del covid y sus estrictas medidas para prevenirlo– hizo que la primera gran cita para estas categorías fuese la de Colindres. Y no cabía un ciclista más. 200 corredores y 20 equipos. El máximo permitido. Pero otros 150 ciclistas y otras 14 escuadras se quedaron sin plaza. Todo el mundo quería correr en Colindres. Ayuntamiento, Protección Civil... Todos se volcaron con el Club Ciclista Colindres. «Nos han puesto una alfombra roja», señala David Gómez, director de organización de la carrera.

En la salida, sin público, un minuto de silencio en recuerdo a Jesús Pereda –fundador del club y fallecido el pasado diciembre– dio paso a una carrera de casi 141 kilómetros. Por el alto de Seña (tercera categoría), el Lizarte ya avisaba al pasar por ahí en las tres primeras plazas. Antes de llegar a Regules, un corredor del equipo navarro, Pablo Carrascosa, se marchó hasta coger casi dos minutos de renta. Fue él quien coronó en solitario por La Gándara (segunda categoría), cima que en esta carrera llevará ya el nombre de Jesús Pereda (era oriundo de allí).

El pelotón empezó a recortar la diferencia, que al paso por Arredondo ya era de tan solo 35 segundos. En las estribaciones de Alisas (segunda), la fuga de Carrascosa terminó. Pero Lizarte seguía al mando en la carrera. Otro de sus hombres, Eugenio Sánchez, probaba fortuna para pasar primero por la cima de Alisas, «hasta arriba de gente. Había muchas ganas de ciclismo», añade David Gómez. Su renta aumentaba y a la altura de Solórzano llegó a ser de 1.45 sobre el pelotón. Pero el trabajo por detrás del Laboral Kutxa dio sus frutos. Sánchez llegó a pasar primero por Campo La Cruz (tercera), pero poco después, en Bádames, se terminaba su historia.

Lo que quedaba del pelotón (de los 200 ciclistas terminaron la carrera sólo 52) saltó ahí en pedazos. Un grupo de once unidades se marchó hacia una meta de la que sólo distaban 13 kilómetros. De ellos, cuatro 'Lizartes'. Pero también tres 'Gomures'. «Los cántabros Ángel Coterillo y Pedro Luis Monroy y el asturiano Pablo Uría», señala Bruno González, uno de los directores de la escuadra rosa.

Los navarros tenían varias cartas que jugar. Una era su sprinter, Pau Miquel. Pero también la potencia y la clase de Iván Cobo. «Me dijeron por el pinganillo que en Treto, en el repecho, lo intentase yo», señala el astillerense. El talento del cántabro hizo el resto para meterles a sus compañeros de fuga 14 segundos en la meta de Colindres, anotarse la primera victoria de la temporada y redondear la carrera perfecta para un equipo ciclista. «Ha sido la carrera soñada. Hemos hecho un trabajazo». Para este 2021 que parece que tiene mejor pinta que el aciago 2020, en el que no se pudo correr mucho, Cobo sólo quiere «mantenerme bien y seguir con este gran trabajo de equipo». Por el momento, aún no sabe nada del Kern Pharma, el equipo 'madre' y con el que en 2020 debutó entre los profesionales en el Circuito de Getxo. «No hay nada previsto, pero todo se verá».

Segundos por equipos y con protagonismo al final, el Gomur-Cantabria Infinita andaba de lo más contento. «Es que era una carrera de Copa de España. Segundos de 20 equipos, los mejores del país...». Bruno González estaba satisfecho del «gran nivel» que habían mostrado sus chavales, «en la misma línea de 2020». En el Santisteban también participó el Conservas Hoya Telenort, con un equipo muy joven, «de júniors, que acaban de pasar de categoría», señala Joaquín Rábago, director del equipo cántabro. Y lo que ha visto de los suyos «en una carrera casi de profesionales, me ha dejado tranquilo».

Los «tres días de trabajo» para organizar hasta el último detalle dieron el mejor de los resultados. Porque todo salió redondo en un Memorial Santisteban que desbordó cualquier expectativa. «Mucho público en la carretera y no en las zonas no autorizadas, una carrera con gran nivel y un circuito propio de Vuelta a España...», concluye un satisfecho David Gómez.