Cántabros profesionales, una 'rara avis'

La situación contrasta con la de 2004, cuando Cantabria llegó a contar con once profesionales repartidos por Europa en un momento en el que España contaba con varias formaciones en el entonces denominado UCI ProTour (entre ellas la cántabra Saunier Duval). Además, ninguna de ellos competirá, como ya se ha convertido en habitual desde la retirada de Fran Ventoso, en el World Tour, sino que están repartidos en escuadras profesionales y continentales.

Cobo y Fernández defenderán un año más los colores del Kern Pharma, equipo revelación de la última Vuelta. En el caso del astillerense esta temporada 2025 debería de ser la de la confirmación de un ciclista que sigue teniendo el mismo motor que le permitió pasar el último filtro para colarse en el pelotón profesional, pero a quien la suerte no le ha sonreído. Primero una lesión y luego una dichosa mononucleosis le impidieron sacar lo que lleva dentro. Para colmo, en este curso que ahora termina, Cobo acarició la Vuelta a Taiwan y el último día se le escapó el maillot de líder. De todo habrá aprendido. Fernández buscará una sorpresa en alguna llegada; ya se ha medido con velocistas de talla y estando bien está muy cerca.

Angulo, por su parte, continúa en el Burgos BH, donde tras las retiradas de Ezquerra y Madrazo se ha quedado como único cántabro. Un corredor todoterreno y con experiencia que tendrá alguna libertad en el conjunto burgalés en ciertas carreras. En los últimos años se había abierto una vía directa entre el Gomur, un clásico de la categoría élite y sub 23 cántabra, y el Burgos, pero en los últimos tiempos la formación castellana ha buscado otras alianzas en el pelotón aficionado. Por último, Álvaro Trueba correrá en el AP Hotels portugués, de categoría continental (la tercera del ciclismo mundial). Siempre en punta, pero le ha faltado rematar.

También Sergio Trueba, único élite del Gomur, busca el pase a profesionales. Este año ha completado una excelente temporada y el paso natural es dar el salto a profesionales, pero por el momento no ha encontrado una escuadra que le dé la alternativa. Ha sido uno de los auténticos dominadores, hasta el punto de ser el primer ciclista no vasco que gana el Trofeo Lehendakari, algo que da muestras de la calidad que tiene. Está a la espera de que suene el teléfono.

La buena noticia llegó la semana pasada a través de Marcos Freire (Torrelavega, 16 de julio de 2006). El hijo del tricampeón del mundo, una de las grandes promesas del ciclismo montañés, acaba de fichar por la formación sub 23 del UAE de Joxean Matxin, y todavía en edad juvenil correrá con la escuadra sub 23 en un proyecto de formación, que el director vasco afincado en Liencres supervisará. Freire entra así en una de las estructuras más potentes del pelotón mundial. Aún es muy joven, pero a buen seguro tendrá alguna oportunidad de medirse con los gallos del pelotón. Su caso no es tan novedoso en el ciclismo actual, en el que los tiempos han cambiado mucho con respecto a hace un par de décadas. Ahora, el salto de junior a profesionales es mucho más habitual de lo que jamás se podía imaginar en los años noventa. Freire será el juvenil de los cántabros.