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Que el recorrido, 124,4 kilómetros sin grandes dificultades orográficas más que el paso por 'tachuelas', invitaba a ello, vale. Y que estos corredores de las categorías élite y sub-23 tienen la bendita locura de la juventud para soltar ataques a diestro y siniestro ... desde el principio hasta el final, también. Pero a buen seguro que costará igualar en el corto plazo la media que se estableció este domingo en la ya edición número 55 del Gran Premio de San José, décimo noveno Memorial Pedro Echevarría. Porque los ciclistas recorrieron la distancia a la friolera de 44,468 kilómetros por hora. El que primero cruzó la meta fue el alavés Andoni López de Abetxuko. El corredor del Caja Rural, ya en la órbita de la selección nacional sub-23, impuso su punta de velocidad para prolongar el buen momento de su equipo, que ya se hizo el pasado domingo con la victoria en la primera prueba de la Copa de España, la Clásica de Aiztondo, firmada por Marc Brustenga. El mejor cántabro, entre las ocho unidades que se jugaron la victoria fue Pablo Gutiérrez (Gomur-Cantabria Infinita). Su compañero en la escuadra rosa, el asturiano Jorge González, fue quinto.
El 'San José' volvía al calendario en este 2021 después de que -quién si no- el maldito covid lo volase por los aires en el casi inicio de toda esta pesadilla el año pasado. Y como ya demostró en su momento el Memorial Santisteban, hay ganas de ciclismo. Muchas. 200 corredores en la salida, el límite máximo permitido. A la vez, ha beneficiado que la carrera no coincidiese con otras destacadas. «Otras veces hemos coincidido con pruebas de la Copa de España», señala Jesús García Novoa, miembro del club ciclista Federico Cobo, organizador de la carrera. Así, ediciones no muy lejanas en el tiempo presentaban «80 u 85 corredores», con los equipos sin tener un límite a la hora de alinear a sus chavales. Este año, no. «Cada equipo ha tenido siete, algunos ocho», resalta. El objetivo es que pudiera participar el máximo número de escuadras posible.
La otra novedad también ha venido impuesta por el covid. Con el fin de despejar lo más posible la zona de salida y meta, se optó por instalarla en el polígono de Guarnizo, en vez de la ubicación tradicional en la que el ganador levantaba los brazos frente al Ayuntamiento tras subir la cuesta de La Planchada. Y el cambio ha contentado a todo el mundo. «Espacios cerrados para los equipos, con accesos sólo para ellos... Y el público ha podido disfrutar por igual, ya que como siempre, hemos pasado también por Astillero y ha podido ver la carrera».
Tanto ciclista y tanto equipo hizo que el San José estuviese de lo más controlado. Los intentos de escapada, algo siempre propio en estas categorías, eran una constante. Pero a nada que un equipo veía que no tenía representación en la grupeta de turno, allá que se ponía a tirar para echar abajo la escapada. Así, entre hachazos y neutralizaciones, bastantes caídas -aunque llovió solo al principio de la carrera- y subidas al Alto de la Venta que servía para puntuar en el gran premio de la Montaña, transcurrían las vueltas -un total de diez- a una velocidad endiablada. El Gomur-Cantabria Infinita, por aquello de jugar en casa, era uno de los equipos que tomaba protagonismo. Pero los navarros del Caja Rural también se dejaban ver por delante, al igual que los gallegos del Froiz. Aunque no había un dominador claro, como fue el Lizarte en la primera prueba en Cantabria, el Memorial Santisteban. Allí ganó un astillerense, Iván Cobo, que ayer no pudo estar con el Lizarte en la carrera de su municipio.
Así se llegó al último giro. Y a tal velocidad, saltar de un gran grupo es casi una quimera. Un pelotón bastante numeroso encaraba ya el último kilómetro, pero a 200 metros del final, la penúltima rotonda que faltaba hizo un pequeño estropicio. Varios ciclistas se fueron al suelo y eso desordenó un poco el sprint. Entre las ocho unidades que salieron mejor colocadas del último giro el Gomur-Cantabria Infinita era el único equipo que llevaba dos ciclistas -Jorge González y Pablo Gutiérrez-, pero en la llegada predominó la fortaleza de Andoni López de Abetxuko para levantar los brazos en el polígono de Guarnizo.
#GPSanJosé Una vez más, el equipo marca el camino del éxito. Grandísimo trabajo de todos. ¡Enhorabuena, chicos! 👏👏 pic.twitter.com/siqSFQsYar
Filial Caja Rural-RGA (@FilialCajaRural) March 21, 2021
«Estamos muy contentos. Los chavales han trabajado muy bien», señalaba Bruno González, uno de los directores de la escuadra rosa. «En la parte final de la carrera, a dos o tres vueltas para la conclusión, hemos tirado para endurecer un poco el ritmo», apuntaba. En el Conservas Hoya-Telenort, el otro equipo cántabro de estas categorías, destacaban que la cosa fue «bien, hasta el final», afirmaba Joaquín Rábago, el director del equipo. «Delante llevábamos cinco unidades, y dos han pinchado y tres se han caído. Pero bueno, paciencia. Son chavales muy jóvenes». Ellos, y todos sus compañeros, aprendieron ayer en Astillero otra lección en esa formación para ser ciclistas. La de volar bajo durante una mañana de domingo, a más de 44 kilómetros por hora.
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